Pueblos
originarios. Preocupa la explotación del litio: 33 comunidades
solicitan amparo y exponen ante la Corte Suprema de Justicia
por Carlos Saglul
La
movilización de este miércoles tiene por fin dar marco a una Audiencia
ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación que se expedirá sobre el
tema, sentando precendente para problemáticas similares que afectan a
pueblos originarios de varias provincias.
Mariana
Katz, abogada del Serivico de Paz y Justicia (SERPAJ) que fue parte de
las organizaciones que actuaron como Amicus Curiae (amigos del tribunal)
explicó a ACTA la trascendencia del encuentro.
El
hidróxido de litio tiene multiples usos, se utiliza en las naves
espaciales y submarinos para depurar el aire extrayendo el dióxido de
carbono, es componente común de las aleaciones de aluminio, cadmio,
cobre y manganeso empleadas en la construcción aeronáutica, y se ha
empleado con éxito en la fabricación de cerámicas y lentes, como la del
telescopio de 5,08 m de diámetro (200 pulgadas) de Monte Palomar.
También tiene aplicaciones nucleares. Muchos consideran que con el tiempo cotizará más que el oro.
El
descubrimiento de litio en Salinas Grandes hizo que los gobiernos de
Salta y Jujuy pidieran al Congreso que lo declarara mineral estratégico.
Nada se dice en ese proyecto de consultar a los dueños originarios de
esa tierras. Mañana miércoles los representantes de esa naciones serán
escuchadas por los Vocales de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
que preside Ricardo Lorenzetti.
Según
exlicó a ACTA Katz, el SERPAJ se presentó ante la Corte para
interiorizarla de la situación de esas comunidades y para exigir que se
cumpla la Constitución en lo que se refiere a que deben ser consultadas
sobre el destino de sus tierras y las explotaciones que allí se
realicen.
Dado el
valor del litio y la verdadera fiebre que hoy ocasiona su explotación,
no sería raro que sin el amparo de la Justicia, las culturas ancestrales
fueran arrasadas. “La Corte escuchará –explicó Katz- a representantes
de las comunidades indígenas y del Gobierno de la Provincia de Jujuy que
fuera demandado junto al Estado Nacional y la Provincia de Salta.
Además
el Supremo Tribunal deberá definir su competencia, así como la medida
cautelar solicitada por las comunidades para que se frenen los avances
de proyectos mineros hasta tanto se efectivice el derecho a la consulta
que reclaman. Participarán de la audiencia, representantes de las
comunidades indígenas de Salinas Grandes, quienes junto a las
organizaciones que han participado como “amigos del tribunal” (amicus
curiae), seguirán las diferentes instancias de esta audiencia.
El
Servicio de Paz y Justicia que lidera el Premio Nobel de la Paz Adolfo
Pérez Esquivel, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), la
ONG ambientalista estadounidense EDLC, la Asociación de Abogados de
Derecho Indígena, el Centro Internacional de Justicia (CIJ), y la
Central de Trabajadores de la Argentina son algunas de las instituciones
que han argumentado a favor de los planteos de las comunidades,
mediante la figura amigos del tribunal que permite a terceros
interesados aportar su experticia en los procesos que se tramitan en la
Corte.
Comunicado de las comunidades
Mediante
un comunicado de prensa, las comunidades recordaron que han solicitan a
la Corte que ordene al Estado Nacional, Jujuy y Salta a “arbitrar las
medidas que sean necesarias para hacer efectivos los derechos de
participación y consulta, a fines de expresar el consentimiento libre,
previo e informado sobre los programas de prospección o explotación de
los recursos existentes en sus tierras”.
Los
estados mencionados se han concedido permisos de exploración y
explotación minera, sin que las comunidades aborígenes fueran
consultadas o informadas.
“Ante
la inminente realización de la audiencia convocada por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en el marco de la acción que iniciáramos en
2010, en defensa del derecho a la participación, la consulta y el
consentimiento previo libre e informado, reafirmamos nuestra decisión de
hacer respetar los derechos que nos fueran reconocidos en la
Constitución Nacional, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración
Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Entendemos que el
derecho a participar, a ser consultado s y a brindar nuestro
consentimiento en todos aquellos asuntos que pueden afectar nuestra
forma de vida, constituye un reaseguro para el respeto y efectivización
de todos los derechos.
"Ese
derecho no se encuentra garantizado en la Provincia de Jujuy que carece
de mecanismos claros, objetivos y basados en el derecho indígena. La
Unidad de Gestión Ambiental Minera (UGAM), de ninguna manera puede
considerarse una instancia de consulta a las comunidades, en los
términos de lo que señala el derecho indígena.
"Llegamos
a esta instancia judicial, después de dos años de debates para la
construcción de consensos colectivos. Quienes protagonizamos esta acción
vivimos en y de las Salinas Grandes. Para nosotros las Salinas
constituyen un ecosistema único, que nos provee los recursos necesarios
para la subsistencia. Por eso nos preocupa el impacto que pueda llegar a
provocar la actividad extractiva minera. Según la información técnica
que manejamos, la explotación de litio importa un uso intensivo de agua
que podría provocar alteraciones en el sistema salino. Y podría verse en
peligro toda la cuenca hídrica, de por sí delicada, al secarse
vertientes, ojos de agua y ciénegas. Mantenemos con las Salinas una
relación que reviste un carácter espiritual único, porque ellas son
nuestro hogar y nuestro medio de subsistencia. En este lugar descansan
nuestros ancestros y aquí se despliega nuestra identidad y cultura.
"Sin
las salinas, condición necesaria de nuestra existencia, dejaríamos de
ser lo que somos y no solo desapareceríamos como pueblo porque se
afectaría nuestra identidad, sino que además la sociedad misma se
privaría de nuestro aporte a la diversidad. Y nos empobreceríamos todos.
Las salinas son un espacio vital porque hacen posible la reproducción
cultural.
"La Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el caso “Awas Tigni”, ha efectuado
una acertada interpretación de nuestro vínculo con la tierra: “para las
comunidades indígenas la relación con la tierra no es meramente una
cuestión de posesión y producción sino un elemento material y espiritual
del que deben gozar plenamente inclusive para preservar su legado
cultural y transmitirlo a las generaciones futuras”.
"Preexistimos
al Estado, nuestros ancestros fueron los habitantes originarios. Sin
embargo hemos aprendido a respetar al Estado, en un proceso que ha
significado muchas veces asimilación, pérdida de identidad y de
derechos.
"Ahora
estamos ante un nuevo escenario, porque hemos sido reconocidos como
pueblos y nuestros derechos han sido jerarquizados. Queremos convivir en
un estado de derecho, por eso exigimos que se efectivicen todos
nuestros derechos y en particular los derechos a expresarnos, a
participar, a opinar y a decidir la manera en la que queremos vivir.
Tenemos una mirada particular del desarrollo, distinta a la visión
occidental tradicional que está regida por el “tener más” a cualquier
costa, aún a costa de la propia identidad.
"Vamos
a concurrir a la Corte para hacer escuchar nuestros reclamos, para
explicarle a los jueces porqué defendemos las Salinas, porqué nos
sentimos avasallados cuando ingresan a nuestros territorios sin que
nosotros tengamos conocimiento de lo que hacen las empresas. Queremos
explicarles a los vocales de la Corte porqué decimos que si afectan las
salinas afectan nuestro modo de vida y queremos pedirles que administren
justicia y que orienten a los gobiernos, en particular al de Jujuy,
para que efectivicen, garanticen, protejan y promuevan los derechos a la
participación y la consulta.
"No
buscamos un enfrentamiento entre comunidades ni afectar la situación de
los productores salineros que hoy trabajan en las Salinas, sólo
exigimos el cumplimiento de nuestros derechos y el respeto a nuestra
palabra.
"Nuestras
comunidades sin sus tierras, sin sus salinas, sin sus ojos de agua, no
serán, porque dejaremos de tener atributos que hacen a nuestra
personalidad. Para poder defenderla necesitamos ser escuchadas,
consultadas. Las comunidades no estamos dispuestas a desaparecer, no
vamos a resignarnos a un genocidio silencioso. Vamos a defender nuestros
derechos, porque defenderlos es defender nuestra existencia y nuestra
cultura".
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