viernes, 10 de febrero de 2012
El gobernador Antonio Bonfatti se reunió con los interesados en operar el nuevo puerto de la capital provincial. Entre los candidatos, las mineras Alumbrera y Xstrata, Camargo Correa, Louis Dreyfus, Hutchinson y la cooperativa de la organización que lidera Eduardo Buzzi. La especulación fallida del dueño del diario El Litoral.
Siete inversores se anotaron en la carrera para construir y operar el Puerto de Santa Fe en su futuro emplazamiento, cuando abandone los muelles de la ciudad y se mude al cauce principal del río Paraná, enfrente de la capital entrerriana.
El gobernador Antonio Bonfatti sentó días atrás en la sede del Ente Administrador Puerto Santa Fe a enviados de los capitales interesados en hacerse de la concesión del último puerto que sigue siendo gerenciado por el Estado provincial. Uno de las compañías interesadas es Minera Alumbrera, de la anglo suiza Xstrata, que explota un yacimiento de oro, cobre y molibdeno en Catamarca y a la que el gobernador sanjuanino José Luis Gioja quiere llevar a su provincia. Esta minera hoy exporta su producción por uno de los puertos privados que hay en Puerto San Martín, 30 kilómetros al norte de Rosario, y de esta manera aspira a tener muelle propio.
También se presentó Buenos Aires Container Terminal SA, de la multinacional portuaria Hutchison, que opera la Terminal 5 porteña y 51 muelles en América, Europa, Medio Oriente, Asia y África. El gigante brasileño del cemento Camargo Correa se sumó a la puja y un grupo de empresarios chinos.
Servicios Portuarios SA, que opera una parte del puerto de Rosario, es otra de las que participarán de la licitación. Además, también manifestaron interés la multinacional Louis Dreyfus Commodities, que ya tiene procesadoras de soja y terminales portuarias en Timbúes, General Lagos y Bahía Blanca; y AFA, la megacooperativa vinculada a Federación Agraria que también tiene interés en quedarse con el frigorífico que Swift cerró en Venado Tuerto.
Bonfatti les anunció que este mes enviará el pliego licitatorio al Fonplata (Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata), para que lo apruebe -es la fuente de financiamiento- y entre marzo y abril llamará a licitación.
Una vieja idea
El proyecto, llave en mano, deparará al concesionario una inversión de entre 150 y 200 millones de dólares, calculan en Santa Fe. De ese monto, la provincia aportará 40 millones (15 millones propios y 25 millones prestados por el Fonplata). La obra se adjudicaría este año y debería concluirse en 2016.
Consultado por LPO, el presidente del ente que hoy administra la terminal santafesina, Marcelo Vorobiof, destacó la importancia de haber retomado el viejo proyecto de mudanza del puerto a su emplazamiento original sobre el cauce principal del Paraná; para sacarlo de la ubicación actual en la laguna Setúbal, que genera altos costos de mantenimiento del canal y obliga a un desvío de las barcazas que bajan por la Hidrovía desde Paraguay. El emplazamiento actual obedece a un viejo anhelo de “las fuerzas vivas” locales por tener a su puerto en la propia ciudad, a contrapelo de lo que hoy -un siglo después- recomiendan los urbanistas.
El lugar adonde se emplazará el nuevo puerto está sobre la desembocadura del río Colastiné en el cauce principal del Paraná. Esto es, en medio del delta que separa las capitales de Santa Fe y Entre Ríos. Los accesos vial y ferroviarios irán dentro del paquete licitatorio, aunque la Dirección Nacional de Vías Navegables ya dejó disponibles 58 millones de pesos para aportar a esa construcción.
La otra parte del compromiso, es que Hidrovía SA -la concesionaria que cobra peajes a los buques por circular por el canal del Paraná- profundice el dragado del corredor fluvial de 24 pies actuales a 28, de manera de que la nueva terminal pueda recibir barcos de mayor porte.
Ampliar imagen »
Lobby opositor
En Santa Fe atribuyen el añoso cajoneo de la mudanza de sus muelles al lobby del polo aceitero afincado en Rosario, en la que la mayoría de sus miembros tiene muelle propio. Vorobiof consideró “impensable que una producción de 100 millones de toneladas de granos salga sólo por los puertos del sur”. Y ubicó la función del puerto santafesino como la puerta de salida de la producción de la nueva frontera agropecuaria, en el norte y noroeste del país. Eso es precisamente lo que en la Bolsa de Comercio de Rosario no causa ninguna gracia.
Por ahora, el puerto de la capital santafesina transita sus primeros años de reactivación, luego de que fracasara la efímera concesión al fallecido empresario local Ángel Malvicino. Este puerto hizo negocios con cargas a granel que le permiten operar a pleno las 56.000 toneladas de capacidad de sus silos y de a poco logra concretar incipientes operaciones con contenedores.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario