lunes, 20 de febrero de 2012

Catamarca: Interferidos y censurados

por Ximena Cabral

La denuncia del bloqueo a Andalgalá después de la represión en Tinogasta y Belén es parte de una misma operatoria: la del aislamiento para la circulación de información. El bloqueo a la llegada de periodistas y la sesgada información en parte de los medios públicos van a contrapelo de los pregones de la nueva Ley de Medios.

Las crónicas breves de algunos periodistas, los testimonios que van circulando, algunas fotos y parte de los comunicados de organizaciones dan testimonios de las dificultades de llegar a Andalgalá en las últimas horas. La presencia de grupos pro mineros haciendo requisa sobre que medios ingresan y acompañando, como en el caso de Serpaj, al camión durante 50 km ponen luces de alerta a la persecución y la posibilidad del libre ejercicio de la actividad.

Desde la Asociación Mundial de Radios Comunitarias Argentina (AMARC), la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) y la Coordinadora en Defensa de la Comunicación Comunitaria, Alternativa y Popular (CoorDeCCAP) denuncian que “no dejan pasar a los periodistas que se acercan hasta Andalgalá en un claro acto de censura contra quienes intentamos cubrir la tensa situación que se está viviendo en el lugar, atentando contra la libertad de expresión y el derecho a la comunicación.”

Además, aclaran que miembros de La Asamblea El Algarrobo denunciaron que estos grupos pro-mineros amenazaron a Radio El Algarrobo, diciéndoles que sería el siguiente punto de desalojo en la escalada de represión. Recordemos que la radio de la asamblea se encuentra interferida desde la noche del jueves 9 de febrero. La RNMA denunció ante la AFSCA esta gravísima situación, pero aún no se ha modificado.

La población sitiada

Desde la madrugada del sábado Andalgalá se mantiene bajo el control de una fuerza parapolicial que controla el acceso a la localidad a partir de revisar autos, palpar a los vecinos, revisar sus pertenencias e impedir el ingreso, entre otros, a organizaciones de derechos humanos como el Serpaj y a diferentes periodistas.

Según plazademayo.com la decisión fue impedir el paso a cualquier medio nacional, especialmente el Grupo Clarín, porque según ellos, difundieron una versión distorsionada de los conflictos de Belén y Tinogasta y “están cansados de la manipulación de los medios”.

Al respecto, describieron la presencia de camionetas doble cabina con dos puestos de los que colgaban carteles de “A la minería sí o sí” y “TN Miente”, y alrededor de veinte personas que irrumpieron para comenzar el control de acceso. “Al constatar que algunos eran periodistas, requirieron identificaciones y nombre del medio al que cada uno pertenecía. No contentos con las respuestas, solicitaron documentos que probaran los datos y finalmente exigieron que se retiraran todos del lugar” aclara el reporte.

La violencia y el temor es la atmosfera permanente por aquellas horas. La estrategia de enfrentamiento entre pobladores, entre trabajadores y asambleístas es parte del recetario de intervención de estas trasnacionales en territorios ajenos. Una de las asambleístas de la radio el Algarrobo describía en la vaca.org que “Los subcontratistas locales de las mineras, medianos comerciantes que agarran algunas migas, organizaron un grupo para tomar el control de la ruta y, así, de la ciudad.

Son 40 ó 50 personas, que están ahí con la promesa de algún trabajo o alguna prebenda. Muy cebados por eso, en una ciudad donde lo único que ha traído la actividad minera es más pobreza y por eso cualquier salida desesperada puede avanzar”.

La asambleísta aclaró: “Nosotros no vamos a enfrentarnos contra los vecinos, por más que estén haciendo esto. Nuestra pelea no es con ellos, sino contra las corporaciones que provocan estas situaciones.” También señala que el propósito de la asamblea es claro: que se cumpla la ley porque “estas empresas violan todas las normas, resoluciones judiciales, leyes nacionales y tratados internacionales.

Ya tienen sentencias que así lo dictaminan, pero la única forma de pararlas y que las acaten es con nosotros en la ruta. No hay autoridad local ni nacional que hoy esté dispuesta a hacerlas cumplir la ley.”

Bloqueados

Las acciones de censura se dieron en el marco de la escalada represiva desde inicio del año. Durante los últimos dos meses pobladores del NOA y localidades cordilleranas se fueron sublevando contra la megamineria extractiva denunciándola como actividad depredatoria hacia el territorio, los bienes comunes y la propia vida de los pobladores a partir del envenenamiento de las napas de agua.

La resistencia desde Famatina, Belén, Tinogasta, Chilecito, Fuerte Quemado y Amaicha del Valle, fue registrada desde sus inicios por medios de prensa locales y comunitarios. En un clima de tensa violencia, parte de la resistencia fue registrada por los propios medios de comunicación de las localidades y la prensa alternativa.

Persecuciones a asambleístas o manifestantes, allanamientos, represión policial, el registro de cámaras y micrófonos de los medios comunitarios significa un punto nodal en la resistencia y articulación entre otros cortes y luchas. En ese marco, la interferencia a la radio El algarrobo representa una clara intervención de censura.

El 9 de febrero a las 21, mientras se transmitía el conflicto en Tinogasta, fue interferida la transmisión de aire de la radio violando el derecho fundamental a expresarse y comunicar.

En ese sentido, el documento de las Organizaciones de Medios comunitarios, populares y alternativos denuncian la violación de los derechos de libertad de expresión, el acceso a la información, y la participación de los medios de comunicación “que acompañamos a un pueblo que se niega al silencio de los cementerios, porque también somos parte de esos pueblos que luchan por sus derechos y sus vidas.”

En las últimas horas, otro de los asambleístas del El Algarrobo e integrante de la radio informaba a Prensared que la ciudad continuaba sitiada. Ante la interferencia de la señal, Brian explicaba que “estamos haciendo una radio abierta en la plaza, de a poco se las rebuscan para entrar, nos han bloqueado de todas formas. Por ahora internet es el único medio que nos queda”.

El silencio de los organismos públicos, de las autoridades competentes para exigir el ejercicio de la libertad de expresión y aquellos acuerdos que fueron expresados en la nueva ley de medios (sobre la necesidad de las voces y testimonios locales en los medios de comunicación como forma de pluralidad y ejercicio ciudadano) queda en duda cuando una comunidad se ve aislada y sitiada por un grupo parapolicial que reduce el conflicto a enfrentamientos entre vecinos.

Asimismo, el bloqueo físico a llegar al lugar del conflicto y la escasa repercusión que estas medidas están teniendo en la prensa masiva y en los medios públicos pone sobre relieve la necesidad de discusión sobre el ejercicio del periodismo, la posibilidad de la libre circulación de información y el acceso a las fuentes y los escenarios de represión.

Fuentes:
- http://www.rnma.org.ar/nv/index.php
- http://www.plazademayo.com/2012/02/el-sitio-de-andalgala/
- http://argentina.indymedia.org/features/cordoba/
- http://lavaca.org/notas/andalgala-la-gente-vs-el-estado-minero/

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