miércoles, 23 de noviembre de 2011

NO AL TARIFAZO IMPERIALISTA


COMUNICADO DE PRENSA DEL PSIN 2ª época en el Frente Proyecto Nacional

Para que haya energía abundante y barata hay que renacionalizar las Empresas Públicas, usurpadas por el capital financiero internacional

El gobierno kirchnerista, una vez pasadas las elecciones de octubre, acaba de mostrar su verdadera cara de sirviente de la usura imperialista, que, urgido por sus necesidades fiscales determinadas por su voluntad de pagar los vencimientos de la Deuda ilegítima y fraudulenta, aplica un brutal ajuste tarifario –en promedio- del 300%-, a los servicios residenciales, industriales y comerciales de gas y electricidad.

Con un nivel de subsidios al transporte y a la energía del orden de los u$s 20.000 millones ($ 80.000 millones), aplicables a la Capital Federal y el GBA, cuya responsabilidad solo es atribuible al mismo kirchnerismo que viene administrando al país desde hace 8 años. Un gobierno caracterizado por el derroche, la inequidad, la mala administración y un altísimo grado de corrupción de sus funcionarios, que ha hecho que solo desde el año 2007, cuando asumió la Presidenta Cristina Fernández, los subsidios a la energía y al transporte público pasaran del 1,8% al 4,2% del PBI. El gobierno kirchnerista pretende tomarnos a los argentinos como tontos, haciéndonos creer que el peso del ajuste tarifario, recaerá sobre los sectores de mayor poder adquisitivo, cuando en la realidad apunta a todos los argentinos y ocultando el fondo del problema. Las verdaderas causas del ajuste tarifario están en las necesidades de caja del Sector Público para el pago de la Deuda, en la desinversión del Sector energético y en la inflación que pretende ocultar con groseros dibujos los índices del INDEC.

El retraso tarifario desde el 2007, fue originado en decisiones impuestas por el matrimonio Kirchner, quienes ante la inminencia de los comicios del año 2009 –que luego perderían-, congelaron las tarifas energéticas (electricidad y gas) y de transporte público (aéreo, ffcc y colectivos) y como paliativo de bolsillo de los asalariados y desocupados, debido a los crecientes cortes de electricidad en el verano y de gas en el invierno. Dichos paliativos, fueron y son la parte del témpano que asoma de la desinversión de ambos sectores, determinados por las privatizaciones que el kirchnerismo apoyó y votó en el Congreso.

El kirchnerismo subsidió cínicamente durante años a sus aliados y sostenes del poder económico prebendario o de capital imperialista, como casinos, grandes industrias, las mineras imperialistas que como Bajo de la Alumbrera consumen 100 millones de litros de agua por día en un desierto como es la Pcia. de Catamarca. En los últimos tres años, el Estado kirchnerista importó gas licuado desde Qatar a precios confiscatorios y con contratos absolutamente viciados, mientras que YPF, controlada por el capital financiero internacional no invertió ni un solo peso en la búsqueda de gas y petróleo, para aumentar las reservas de ambos recursos. Esto no es casual, por cuanto las privatizaciones del acervo público, constituyeron el pago “en especies” de la deuda por vía tarifaria. Las políticas de precios, de inversiones y de remesa de ganancias en un mercado totalmente oligopolizado y cartelizado, fueron impuestas por el capital imperialista a partir de 1989 a una sociedad inerme por el Estado Gendarme –en manos de políticos arrodillados-. Tales des-inversiones generaron -a largo plazo- los problemas presentes, mientras que las

ganancias de los monopolios que debieron financiar las inversiones energéticas, fueron remesadas a sus casas matrices, al igual que los recursos naturales usurpados.

Los errores e improvisaciones en materia energética, no fueron ni son casuales. Las decisiones en esa materia, por parte de los funcionarios del Estado a cargo –parlamentarios, ministros, secretarios, etc-, han respondido y responden a una política, funcional a los intereses de las empresas imperialistas, en materia de extracción irracional e indiscriminada en materia hidrocarburífera, de exportaciones, de controles cero y de liquidación en el extranjero de hasta un 70% de las divisas generadas por las ventas de crudo y del 100% en el caso de las exportaciones mineras.

Para resolver la crisis, hay que construir centrales hidroeléctricas y núcleo-eléctricas, que darían la potencia de base necesaria que con una suficiente capacidad de reserva, pudiese absorber la demanda de potencia. Ambas fuentes de energía no son contaminantes y tienen el costo más bajo de generación. Hay que invertir en líneas de transporte y en distribución domiciliaria, residencial, industrial y de servicios. Pero para efectuar una política inversora del Sector eléctrico, hay que renacionalizar las empresas públicas del Sector de la energía, condición necesaria. Los argentinos no necesitamos subsidios a la energía sino inversión, la que es hija de una política soberana en tal sentido.

En cuanto al Sector Combustibles, hay que invertir en exploración, en prospección, en transporte y en distribución residencial e industrial. Pero para efectuar esa política, hay que renacionalizar a YPF y a Gas del Estado, enfrentando al capital imperialista, pero ello solo lo puede hacer la Revolución Nacional.

En este momento, se está importando a precios crecientes, más del 30% del consumo de gas y pronto se importará su equivalente de petróleo crudo y de subproductos. La balanza comercial de combustibles es negativa, pués se exporta crudo y se importan subproductos con mayor valor agregado. En el sector eléctrico, no ha habido inversiones ni en generación, ni en transmisión ni en distribución. La obsolescencia del parque de distribución es de más de 15 años y el sistema opera en el límite crítico, sin ningún tipo de reservas. Estas son algunas de las consecuencias las privatizaciones de la década del 90.

Para terminar con los tarifazos como el de Boudou - Fernández, apoyados por el capital imperialista y sus aliados nativos, hay que derogar todo el sistema legal impuesto por el orden colonial impuesto con las bayonetas en el 76 y convalidado por la democracia colonial.

Para resolver la crisis energética sin tarifazos, aun cuando no inmediatamente se requiere de un gobierno nacional que con voluntad política encare las siguientes tareas:

1.- Derogar la Constitución de 1994, con simultáneo restablecimiento del imperio de la Constitución de 1949 y particularmente del art. 40º de esta última. Esta medida debe ser acompañada por la derogación de los artículos de las constituciones provinciales que establezcan la propiedad provincial de Servicios Públicos, así como del suelo y subsuelo. El principio básico es que las provincias no pueden estar por encima de la Nación y no se puede alzar un federalismo que esté en contra del interés nacional. Si no volveríamos a la época de las guerras civiles argentinas, en que los porteños usufructuaban de la renta de la Aduana nacional, que pertenecía a todos los argentinos.

2.- Sin perjuicio de la investigación acerca de la ilegitimidad y fraudulencia de la Deuda Externa, suspender de inmediato todo pago, en concepto de amortización y servicios financieros de la misma. Ello incluye, además, cualquier remesa de ganancias correspondiente a empresas estatales que hubiesen sido privatizadas y/o extranjerizadas, por imperio de las leyes 23.696 y 23.697 de Reforma del Estado y de Emergencia Económica.

3.- Derogar todas las leyes procesistas y menemistas, que legalizan el despojo. Igual tratamiento debe darse a las leyes ampliatorias y modificatorias desde el 24 de marzo de 1976 hasta la fecha y eventualmente revisar todo lo actuado desde el 16 de septiembre de 1955, habida cuenta de la total y absoluta complicidad del Congreso partidocrático. En una enunciación meramente evaluativa, caben derogar las siguientes leyes: 21.526 de Entidades Financieras, promulgada el 2 de abril de 1977; las leyes 23.696 y 23.697 de Reforma del Estado y de Emergencia Económica, promulgadas en septiembre de 1989, 24.196 de Inversiones Mineras, promulgada en 1992; 24.065 de Ordenamiento Eléctrico, promulgada en 1991. Todas estas leyes y el aparato jurídico del cual se desprende debe ser derogado, pués ha sido creado con el objeto de justificar “legalmente” la esclavitud financiera de la fraudulenta e ilegítima Deuda Externa y del despojo de las empresas públicas privatizadas y extranjerizadas, operación que emana de aquellas.

4.- Estatizar nuevamente las empresas del Sector Eléctrico Nacional, a saber: Agua y Energía Eléctrica (AyEE), Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires (SEGBA), HIDRONOR, etc, así como todas las distribuidoras provinciales de energía eléctrica. Las estatizaciones del Sector Eléctrico, no admitirán ningún tipo de indemnizaciones a los “propietarios” y/o concesionarios, pués los precios pagados por las instalaciones (centrales generadoras, líneas de transmisión, centrales distribuidoras, edificios, equipos, rodados y derechos) fueron de regalo y jamás tuvieron relación alguna con su valor de libros y/o de mercado. Muy por el contrario, el Estado Nacional, deberá iniciar las acciones legales resarcitorias, por las rentas ganadas por los concesionarios y/o “propietarios” de bienes usurpados y que, además, no fueron aplicadas en la forma de inversiones que mejoraran el servicio.

5.- Estatizar nuevamente las empresas del sector Combustibles, a saber YPF y Gas del Estado. Las estatizaciones del Sector Combustibles, no admitirán ningún tipo de indemnizaciones a los “propietarios” y/o concesionarios, pués los precios pagados por las instalaciones (yacimientos, gasoductos y oleoductos, centrales elevadoras de presión y distribuidoras, edificios, equipos, rodados y derechos) fueron de regalo y jamás tuvieron relación alguna con su valor de libros y/o de mercado. Muy por el contrario, el Estado Nacional, deberá iniciar las acciones legales resarcitorias, por las rentas ganadas por los concesionarios y/o “propietarios” de bienes usurpados y que, además, no fueron aplicadas en la forma de inversiones que mejoraran el servicio.

-No al tarifazo imperialista de Cristina y Boudou

--Por el restablecimiento de la constitución de 1949 y de su art. 40

--Por la derogación de las leyes procesistas, menemistas y kirchneristas: 21.526 de Entidades Financieras; 23.696 y 23.697 de Reforma del Estado y de Emergencia Económica, 24.196 de Inversiones Mineras, 24.065 de Ordenamiento Eléctrico, etc, etc,

--Renacionalización de las empresas eléctricas y de combustibles.

--Viva YPF, Gas del Estado, Agua y Energía, Hidronor, SEGBA y todas las empresas del Estado, usurpadas por el capital imperialista y sus aliados nativos del capital prebendario.


Leopoldo Markus

Sec. Prensa y Propaganda

Partido Socialista de la Izquierda Nacional (PSIN 2ª época)en el Frente Proyecto Nacional

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