viernes, 13 de enero de 2012

La ANSES y los Cupones ligados al PBI

El hurto a la ANSES de $ 21 mil millones en valores ligados al PBI (VLPBI) y sus increíbles derivaciones

Por Javier Llorens

El hurto es el apoderamiento ilegítimo de una cosa ajena realizado sin fuerza, violencia o intimidación. O sea disimuladamente, a hurtadillas. Vulgarmente también se le llama afano. En este caso tendría como autores o cómplices del mismo al actual vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, ya sea como ex ministro de Economía o director de la ANSES. Y al actual ministro de Economía Hernán Lorenzino, como ex secretario de Finanzas de la Nación. Quienes gracias a ese hurto y sus vastísimas implicancias se habrían ganado al margen de la ley los honrosos cargos que hoy detentan. A cambio de ingentes daños infligidos a los fondos jubilatorios; y la conversión de la ANSES, con el traspaso de los fondos de las AFJPS, en una cueva financiera puesta al servicio del mal resuelto problema de la deuda. La supuesta quita con la que se engañó a la opinión pública se transformó paradojalmente en un cobro aceleradísimo del capital de ella y de otras obligaciones paralelas, desquiciando las previsiones hechas. Lo que habría motivado perpetrar las bizarras fechorías financieras que a continuación se describen.

Sumario:

Los rastros del hurto de los VLPBI....................................................................................1
Los infames alcances del hurto de los VLPBI.......................................................................2
Los VLPBI y la simulación de la quita de la deuda ...............................................................3
El motivo del hurto, el pago acelerado de los VLPBI ............................................................4
El motivo de la estatización de las AFJP: simular recompra de deuda ......................................6
Los fondos jubilatorios, la variable de ajuste en la cuestión de la deuda ..................................8
La otra cara de la deuda: la deuda previsional contingente ...................................................9
El error fundamental en el arreglo de deuda y sus graves consecuencias ... ………....................10
El proceso de estatización de la deuda a lo Cavallo .......................................................... 12
Epilogo, la simulación en la lucha por la sobrevivencia ......................................................14

Javier Llorens

LOS RASTROS DEL HURTO DE LOS VLPBI

El 15 de diciembre pasado el gobierno destino u$s 2.500 millones al pago de los Valores Ligados al PBI (VLPBI), correspondiente al crecimiento del año 2010, conforme las pautas del canje para la regularización de deuda efectuado en el 2005. Al pagar u$s 4,38 por cada 100 valores, conforme anunció, y considerando una emisión de ellos por un total 82 mil millones, que corresponde el capital total de la deuda canjeada, la suma comprometida a pagar debía rondar los u$s 3.600 millones. Considerando que un 93 % de ese capital ha sido efectivamente canjeado, esto significaba un pago neto del orden de los u$s 3.300 millones. O sea que se registra una diferencia de por lo menos u$s 800 millones, que se habría perdido en algún lado. La respuesta a esta pérdida parece encontrarse en el documento del Ministerio de Economía (ME) con título “Recompras (Dto. 1735/04)”. En donde se informa con total carencia de precisión y detalle, las recompras anuales de deuda que el Estado efectuó conforme las obligaciones asumidas en el canje del 2005. Por un monto equivalente al pago de los VLPBI (5 % del exceso de crecimiento), mas el excedente en la capacidad de pago anual, entre lo comprometido teóricamente con la oferta de canje, y lo efectivamente canjeado.

http://www.mecon.gov.ar/finanzas/sfinan/documentos/recompras.pdf

En su segunda página, para el año de referencia 2006, se consigna que se habrían comprado nada menos que 43.824 millones de VLPBI en pesos, a un precio de $ 1.858 millones, o sea a $ 4,24 cada cien. Como la obligación original de esos valores es pagar $ 48 cada cien, lo que representa una obligación total por $ 21.036 millones, esto supone que dichos VLPBI fueron rescatados al inicuo precio de solo el 8,8 % de su valor potencial. Del mismo documento surge que el Estado habría recomprado para los años de referencia 2005 – 2008, un total de 47,7 mil millones de VLPBI, a precios que habrían llegado hasta $ 10,70 cada cien, o sea más del doble de la masiva compra consignada. O sea que en total se habrían recomprado nada menos que el 55 % de los VLPBI emitidos en pesos, ya que según los últimos informes de deuda del ME, solo quedarían actualmente en circulación 38,5 mil millones de VLPBI en pesos. Durante esos años también se habrían recomprado 261 millones de VLPBI en dólares, por precios unitarios que oscilaron entre 10,73 y 40 cada cien. O sea a entre el 22 % y el 83 % de su valor potencial de 48 cada cien. Lo que representa entre el doble y casi diez veces más que el precio pagado en lamasiva compra de VLPBI en pesos referida al año 2006, en la que solo se pagó el 8,8 % de su valor potencial.

LOS INFAMES ALCANCES DEL HURTO DE LOS VLPBI

El documento en cuestión no brinda información alguna respecto cuándo concretamente se efectuaron dichas recompras. En referencia al 2006 solo aclara que fueron mediantes licitaciones y compras directas. De los informes de deuda del ME tampoco se obtiene dato alguno concreto, porque recién en el correspondiente al primer trimestre del 2009, aparece la información respecto la cantidad de VLPBI emitidos. Donde constan cifras de VPLPBI en pesos, que no difieren gran cosa de las actuales, por lo que se presume que la recompra debería ser anterior a dicho informe.

Por su parte en los últimos informes de la Superintendencia de AFJP, consta que a junio de 2008 estas registraban en sus carteras VLPBI en pesos, por un monto superior a los 60 mil millones. Lo que lleva a la conclusión de que la recompra el Estado la habría hecho a la ANSES, después de que esta se hizo cargo de las carteras de las AFJPS. Esto se ve verificado en los últimos informes de la ANSES, donde no figuran en detalle tenencias de VLPBI, y si de otras tenencias menores. Una consulta al respecto no fue respondida por la ANSES, ni tampoco por parte de la Oficina Nacional de Crédito Público. Los mencionados 47,7 mil millones de VLPBI en pesos, habrían significado este año un pago de $ 2.850 millones a la ANSES, a razón de $ 5,98 cada cien establecido por el ministerio de Economía en su reciente comunicado, ya que los importes a pagar tienen algunas diferencias según la moneda correspondiente al VLPB.

Este monto es similar al establecido en el Presupuesto de este año para el pago de las sentencias firmes a los jubilados ($ 2.933 millones) que se estima alcanzará para cancelar 23 mil demandas judiciales, a razón de $ 130 mil cada una. Cuando bien se podrían haber liquidado el doble de ellas. A su vez los pagos anteriores por esos 47,7 mil millones de VLPBI, a razón de $ 8,2 cada cien según lo informado por el ME, habrían representado ingresos líquidos a la ANSES por $ 3.916 millones. Que habrían permitido cancelar otras 30 mil demandas, las cuales con una enorme litigiosidad previsional, crecen a razón de 80 mil por año. No se deduce de dicho monto el importe recibido por la recompra de los VLPBI por parte del Estado, porque conforme los rumores existentes en la City financiera, ellos no habrían sido abonados con efectivo, sino canjeados por bonos Descuento con vencimiento en el año 2032. Las enormes implicancias que tiene esta posibilidad de intercambiar bonos entre la ANSES y la Tesorería de la Nación se explican más adelante. A su vez el capital pendiente de pago de esos 47,7 mil millones de VLPBI, de $ 33,82 cada cien según lo informado por el ME, que en la City financiera estiman será cancelado antes del 2016, representarían ingresos adicionales a la ANSES por otros $ 16.132 millones. Esto permitiría la cancelación de nada menos que otras 124 mil demandas judiciales, del total de 450 mil demandas que desbordan actualmente los tribunales. La Presidenta al anunciar que había elegido al Ministro de Economía Boudou para secundarla como vicepresidente de la Nación, dijo haberlo hecho porque cuando asomaba la crisis del año 2008, Boudou como director de la ANSES, había traído la propuesta de estatizar las AFJP. Claro, para hacerse de los fondos y poder cumplir con los pagos de la deuda, de la misma manera que se hizo desde el 2010 en adelante con las reservas del Banco Central. Agregó que necesitaba un hombre fuerte a su lado, capaz de llevar adelante medidas heterodoxas. Como la de hurtar los VLPBI de los fondos jubilatorios, y realizar otras jugarretas financieras adicionales que se exponen más adelante, para así poder mantener encuadrada la cuestión de la deuda.

LOS VLPBI Y LA SIMULACIÓN DE LA QUITA DE LA DEUDA

El mito de la quita de la deuda hizo su aparición en el anuncio del 18/3/05 de la República Argentina, que en su primera página afirmaba que la deuda se había reducido de u$s 102.566 millones, a u$s 35.261 millones, o sea en u$s 67.035 millones. Lo cual según el anuncio, significaba una quita del 65,6 %. Pero más abajo en una nota con letra chica se aclaraba: “No existe referencia a aquellos bonos no presentados al canje, los cuales pueden permanecer impagos indefinidamente”. Se deslizaba así que en realidad se trataba de una comparación indebida, dado que no se computaba en ese cálculo la deuda que no había ingresado al canje, que era un 25 % del total. Lo cual de entrada reducía la quita del 65 % al 55%.

Pero esa no era la única falacia. Por un lado la deuda vieja se había engrosado sumando al capital de u$s 81.800, u$s 20.766 de intereses impagos. Los cuales habían sido incrementados astronómicamente con el famoso megacanje del 2001 de Cavallo, quien actualmente está citado a juicio penal oral y público por esa operación. Y además de la misma oferta de canje, surgía que si se canjeaba la totalidad de la deuda de 81.800 millones de capital, se iban a emitir bonos nuevos por un capital de u$s 45.412 millones. Lo cual representaba una quita máxima posible de solo el 44,5 %, no el 65,6 % sostenido en el anuncio.

Y acá aparecen los VLPBI, dado que adicionalmente cada bonista recibía estos cupones, por un monto equivalente al de la deuda vieja que detentaba en su poder. O sea un total de 81.800 millones de VLPBI. Con un compromiso de pago, si se cumplían determinadas condiciones “contingentes” atadas al crecimiento del PBI, de hasta u$s 0,48 ctvs por cada valor recibido, o sea u$s 48 cada cien de ellos. Lo que representa un monto a pagar de u$s 39.264 millones. De esta manera el total a pagar de capital (45.412 + 39.264) asciende a u$s 84.676 millones. ¿Y la famosa quita del capital de la deuda? Bien gracias, porque en realidad no hay tal quita, sino un aumento de ella del 3,5 %. Que compensa los intereses no pagados durante los años 2002 y 2003. Pagándose además, suponiendo una amortización lineal de los VLPBI, una módica tasa de interés promedio del orden del 4 % anual, acorde con los parámetros internacionales. Que se acerca al 5 % anual con el aceleramiento en los pagos de los VLPBI, como sucede actualmente, además del sustancial adelantamiento del plazo promedio de pago, por efecto de las recompras de deuda. Como en el juego de la mosqueta, en el cual la pelotita va cambiando de vasija, pero que generalmente uno nunca acierta a saber donde esta, la devolución de la quita simulada de la deuda, está escondida en la vasija rotulado VLPBI.

EL MOTIVO DEL HURTO, EL PAGO ACELERADO DE LOS VLPBI

No es casual que en el diseño de esos valores haya intervenido personalmente Eduardo Borenztein. Un analista del FMI enviado especialmente a Argentina para “asesorar” respecto la estructura de los VLPBI. Que no tiene nada que ver con Tato Borensztein, el humorista, pero se mandó la humorada de confeccionar esos valores. El supuesto espíritu de ellos era tratar de compensar a los ahorristas defaulteados que aceptaran la quita de la deuda, en función del crecimiento del PBI que en el futuro registrara Argentina, a lo largo de treinta años, hasta el 2035. Pero como en todas las cuestiones –sobre todo las financieras- el diablo se escondieron en cuatro detalles, para alterar profundamente la ecuación:

Uno fue la baja tasa de crecimiento prevista como base, del orden del 3 % anual, a partir de la cual se iba a participar a los ahorristas con los VLPBI. Agravada porque ella partía del bajón en el que había caído Argentina, con la crisis que se precipitó entre 1998 y el 2002.
El otro fue la cuantía de esta participación, que se fijó en 5 % sobre el crecimiento del PBI por sobre la base, para el pago de los VLPBI. Y otro 5 % destinado a la recompra anticipada de deuda. Con la obligación adicional de destinar también a dicha recompra, todo el excedente teórico no utilizado sino no se concretaba el 100 % del canje. Tanto lo previsto para el pago de intereses, como para los VLPBI.
El tercero fue las altas tasas de crecimiento que registró Argentina, infladas deliberadamente por el gobierno mediante subestimar la inflación, para presentarlas como un éxito político de su gestión.
Y el último y más aberrante, fue calcular ese 5 % más 5 %, no sobre el crecimiento anual, sino sobre el acumulado a partir del 2003. Lo cual en la práctica supone repetir, cada año que va transcurriendo, los pagos del 5 % más 5 % correspondientes a los años anteriores. Como si una empresa distribuyera las ganancias del ejercicio en curso, y además volviera a distribuir una suma equivalente a las ganancias pagadas en los años anteriores.

Este ultimo “detalle” es el más distorsivo de todos. Un ejemplo se puede ver con los resultados del crecimiento del PBI en el año en curso, a pagar en diciembre de 2012. El aumento del PBI durante el año, suponiendo un crecimiento del 9,3 % que reportan las cifras oficiales, sería de 40,5 miles millones de pesos constantes de 1993 (2011 = 476,3; 2010 = 435,8). El 10 % sobre ese año (5 % más 5 %) sería de $ 4,05 miles de millones, a repartir entre el pago de los VLPBI y recompra de deuda. Pero la diferencia con la base estipulada en el canje ($ 349,7 miles de millones) reporta una diferencia acumulada desde el 2003 de $ 126,6 miles de millones de 1993. Y el 10 % de ella representaría la suma de $ 12,6 miles de millones de 1993. O sea un importe más de tres veces mayor que el correspondiente al crecimiento real del año. Y que va creciendo vertiginosamente a medida que se acumulan los años. Pagos VLPBI y recompras por crecimiento PBI año anterior





Años


Pago u$s x unidad s/ME


5 % VLPBI mas 5 % recompras millones u$s*


% aumento s/anterior

2006


0,62449


1.022

2007


1,31822


2.157


111%

2008


2,27980


3.730


73%

2009


3,16878


5.184


39%

2010


-


-

2011


4,38277


7.170


38%

2012


5,90000


9.652


35%

Total


17,67406


28.915


*Calculado sobre total deuda a canjear u$s 81,8 mil millones u$s - 2012 estimado

1 comentario:

  1. Hola. Muy buen articulo. Super completo e interesante. Yo la verdad que no tenia idea de lo que estaba sucediendo. Y cuando lei cupones en el titulo, solo pense en ofertas en sushi pop. Jaja, que ilusa. Saludos

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