Santa Cruz: el jardín de las delicias
por Juliana Lasagno
Con sus 243.943 kilómetros, la provincia de Santa Cruz es la segunda más extensa del país y también una de las más deshabitadas. Según el último censo aún no se llega a los trescientos mil pobladores, dispersos en trece ciudades y cinco comisiones de fomento. Pero aún así, los problemas no hacen diferencia por región, llegan a todos lados.
La matriz productiva está anclada en tres puntas: la minería, el petróleo y la pesca, en ese orden de impacto económico. Sin embargo, el sector que tiene la mayor tasa de empleo es la administración pública (municipal y provincial) que actualmente posee casi setenta mil trabajadores estatales
A pesar de la jactancia del gobierno provincial sobre sus bonanzas administrativas y de un presupuesto superlativo, los recursos naturales cayeron en negociaciones infértiles y nada rentables a las arcas del Estado, menos aún para las comunidades.
En minería, y según los datos oficiales, durante el 2008 la empresa Cerro Vanguardia, que explota un yacimiento a ciento cincuenta kilómetros de la ciudad de San Julián (Anglo Gold Ashanti posee una participación accionaria del 92.5%, y Fomicruz Sociedad del Estado 7.5%), tributó a Santa Cruz 4,7 millones de pesos en concepto de regalías por la extracción de oro y plata más el uso del agua en volúmenes desconocidos al igual que su tratamiento y devolución al medio ambiente. Ese monto anual equivale –por ejemplo– a la construcción por parte del Estado de 15 viviendas.
En tanto Fomicruz, una Sociedad del Estado creada por Ley Provincial Nº 2057 en el año 1988, con el objeto de efectuar la prospección, exploración y explotación de yacimientos minerales e hidrocarburíferas fomentando el desarrollo de la minería, incorporó 38 millones a las arcas.
Santa Cruz tiene más de ochenta empresas mineras multinacionales explotando oro, plata y ahora proyectando la extracción de uranio.
Sólo en una de ellas posee participación accionaria. También, según las estadísticas, el sector emplea a tres mil trabajadores de forma directa y otros mil más de manera indirecta. De ese total hay un setenta por ciento, o más, de mano extranjera como es el caso de Minera San José que emplea en el yacimiento Huevos Verdes 300 trabajadores peruanos y dos argentinos (de la ciudad de Perito Moreno).
Comparaciones odiosas
Para tener una dimensión de lo que aporta la minera, por llevarse todo el material durante un año, digamos que 4,7 millones en Santa Cruz equivalen a:
• 15 casas del IDUV (Instituto provincial de viviendas) o a la construcción de un gimnasio de cualquier escuela en Santa Cruz por parte de Austral Construcciones, Gotti o similares (propiedad de Lázaro Báez).
• Es un monto similar, por ejemplo, a lo asignado por el gobierno provincial para terminar un centro de residentes chilenos construido íntegramente por el estado provincial, para el cual destinó 4,4 millones y terminó costando 10 millones en “ampliación de gastos”.
• Con un año de regalías de Cerro Vanguardia la provincia solo podría haber pagado el 9,2% de la remodelación de las pasarelas del glaciar Perito Moreno, que costaron 50 millones más ampliaciones, obra cobrada por Esuco (también propiedad de Lázaro Báez).
• Cerro Vanguardia deja el 1% en concepto de canon (el tope por ley es del 3%), y a su vez recibe en concepto de reembolso por exportar desde el puerto de Punta Quilla en puertos Patagónicos, el 1%.
• 37 millones de pesos recauda la provincia en concepto de arancelamiento hospitalario, 34 millones de pesos pagan anualmente todas las operadoras mineras en concepto de canon por la extracción de minerales.
• La producción de Cerro Vanguardia durante el 2010 fue de aproximadamente 364.800.000 millones de dólares a 1800 dólares la onza
Algo no huele bien, es langostino
El mar también da ganancias, por lo menos para las empresas. La extracción de fauna autóctona es un bien muy preciado por las corporaciones, fundamentalmente el langostino.
La campaña dura unos siete meses y comienza con un período de "prospección” en el que analizan las zonas y sus recursos potenciales. El total de los permisos de pesca otorgados por la provincia, cincuenta y cuatro, están distribuidos en cinco grandes compañías, siendo Conarpesa la mayor beneficiaria.
Casi la totalidad de exportaciones de langostinos se vende a España (un 70%) e Italia (un 23%), con un ingreso de unos 400 millones de dólares promedio sólo paga el 10% de retenciones. Aún así, en 1997 Néstor Kirchner eximió a las pesqueras del pago del impuesto a los Ingresos Brutos y les entregó reembolsos por el uso de puertos. Con los años volvieron a pagar aquel impuesto, pero ahora reclaman la eliminación total de retenciones y un reembolso del 6% por el uso de puertos patagónicos.
La economía en Santa Cruz parece no tener sobresaltos ya que flexibilizó, aún más, las exigencias a las multinacionales reduciendo el canon de los permiso de pesca de langostino, que tenían un valor $300.000 mil pesos a $75.000 mil cada uno. Es decir, la provincia dejó de recaudar $16.000.000 millones de pesos desde el 2010 con las 54 licencias.
No pasan desapercibidos estos datos para Puerto Deseado, por excelencia la ciudad para el desarrollo pesquero. Actualmente la actividad emplea mil trabajadores aproximadamente entre tripulantes, estibadores y personal de planta en una población de quince mil habitantes y depende de esos fondos coparticipables para administrarse.
Captura “selectiva”
Un barco puede llegar a tirar unas tres toneladas diarias de langostinos sin procesar:
sacan cantidades en exceso, muchos no tienen el suficiente personal a bordo ni capacidad en los túneles de congelamiento y tiran lo que no pueden procesar en el barco, porque se pudre.
Desechan también en ese total, la denominada “fauna acompañante”: merluza, raya, centolla, rubio, mero y pulpo. Y también toda la basura propia. Los marineros tienen un máximo de tres horas para limpiar los langostinos antes que comiencen a ponerse en mal estado: los lavan, los dejan de 30 a 40 segundos bajo efectos de un químico y luego los empacan en cajas de dos kilos. De allí van al túnel de congelación.
A pesar de los “requerimientos” con que se otorgan los cupos, procesan el langostino sobre los barcos incumpliendo una obligación, el empleo de trabajadores en tierra con la instalación de plantas procesadoras.
La flexibilidad de las leyes y su escasa aplicación permite que algunas operadoras inclusive, embarquen marinos en lanchas una vez que el barco está en altamar. Estos operarios que trabajan de manera clandestina, no tributan ni poseen cobertura alguna ya que abordan de noche y descienden dos días antes del regreso de los buques tangoneros. Los trabajadores denunciaron penalmente la precariedad laboral, pero radicada en los juzgados federales de la provincia corrió la misma suerte que otras tantas causas, fue archivada.
La viveza criolla
El requisito de la inversión como condicionante para el acceso a los cupos de pesca puso en relieve curiosas propuestas, como el caso de Argenova que invirtió, según sus cifras, dos millones de pesos en el 2008 para construir un criadero de langostino en Puerto Deseado.
Lejos de la providencia y contradiciendo los manuales de la ciencia ictícola, instalaron un galpón y habilitaron tres piletones para el desarrollo experimental. La realidad demostró que los langostinos morían en pocos días. Finalmente de toda la iniciativa, apoyada públicamente por el Gobernador, sólo queda el espacio físico donde una vez quiso apostarse este mega emprendimiento y un vigilador que controla no se roben las pocas pertenencias del lugar.
Es meritorio aludir también, el caso de la empresa Barillari S.A, como muestra fehaciente modelo productivo pesquero que tiene Santa Cruz. Esta operadora que se declaró en quiebra hace un año dejó a trescientos trabajadores desocupados en la planta procesadora de Caleta Olivia. Previo a cortar la provisión de langostino y por constantes despidos, los trabajadores iniciaron una huelga que impactó fuertemente en la zona norte de la región. El gobierno intervino ante la presión pública, expropiándola en el 2009. Desde aquel entonces, pasó de ser un sector productivo a un ente subsidiado, donde cada trabajador recibe $1800 con la tarjeta social. Hoy las instalaciones tienen material para procesar y funcionan al mínimo.
El mar está picado
Actualmente se entregan $1800 (mil ochocientos pesos) a los casi 1000 desocupados del sector, empadronados en 7 agrupaciones hasta el 31 de diciembre del 2011.
• También la provincia subsidia a 250 marineros de Puerto Deseado con $2000 pesos ante la falta de pesca, un total de $500.000 (quinientos mil pesos) y están efectuadas las gestiones para que seguir abonando esa cifra por un año más.
• Luego de los incidentes de 2007 en Puerto Deseado, con el incendio de las plantas pesqueras, cuando los trabajadores reclamaban falta de materia prima y el descongelamiento salarial, las empresas fueron beneficiarias con fondos públicos para afrontar “obligaciones salariales y de funcionamiento”. Las operadoras no cumplieron en tiempo con la devolución de ese dinero que tenía carácter de “reintegrable”. Extrañamente eso no fue un condicionante para la renovación de los permisos. Recién en el 2009 reembolsaron los cinco millones de pesos que puso Santa Cruz para compensar las pérdidas por aquel conflicto.
• El dato: las empresas con 33.307 toneladas de langostino con un promedio de 7 dólares el kilogramos facturaron $ 932.596.000 (novecientos treinta y dos millones quinientos noventa y seis mil pesos) en Santa Cruz, y en total con la captura de Chubut la campaña 2010 fue de $ 1907.332.000 (mil novecientos siete millones trescientos treinta y dos mil pesos) en ganancia para las multinacionales
Apelando a la buena fe
La actividad petrolera no queda relegada de este panorama. La extracción y la inversión no tienen relación proporcional alguna con las ganancias para el estado y el empleo.
En Santa Cruz operan cuatro corporaciones:
YPF que abarca el 50% de la producción total de crudo, Petrobras que absorbe el 50% de la producción gasífera, junto a OXY (ahora comprada por la china Sinopec) y Pan American Energy.
La principal cuenca productora está en el Golfo San Jorge. Ahí comparten explotación YPF, Pan American Energy y Occidental Argentina (OXY). Petrobras está concentrada en la Cuenca Austral a la que se suma Sipetrol, cuya principal producción está en las plataformas off shore, en el área Magallanes.
A pesar de la crisis, las empresas tuvieron, sucesivamente en los últimos tres años, saldos positivos en el sur; sólo YPF en el 2008 facturó novecientos veinte millones de dólares en barriles de crudo.
En contraposición a la hora de renegociar los contratos –por ejemplo– Pan American Energy alegó pronósticos desalentadores durante el 2007 y sujetó el plan de inversiones a las variables que rigen la economía mundial a un extremo casi dramático. A tal punto llegó la consideración del gobierno provincial por este planteo, que accedieron en esos mismos términos a la prórroga de las concesiones por veinte años, con posibilidad de una más, es decir cuarenta años de rentabilidad asegurada. Aún así la recaudación del canon con PAE sólo subió un dos por ciento, tres en los papeles, ya que rigen los reembolsos y beneficios fiscales por exportación.
No te doy mucho, ni poquito… mejor nada
Las Heras es el centro neurálgico de operaciones. Esta ciudad de aproximadamente dieciocho mil pobladores, vive en carne propia los dislates comerciales en que la provincia incurre.
Aporta al presupuesto la mayor cantidad de dividendos por los pozos petroleros que están en la zona, y aún así tiene embargadas las cuentas de coparticipación por diez años. Desde la gobernación adelantan dinero para pagar sueldos y gastos corrientes, pues la Intendencia no posee autonomía económica para administrarse. En infraestructura, tampoco se garantiza el cumplimiento de “la palabra empeñada” por las empresas para contribuir al desarrollo local con obras; sólo Pan American aportó dos millones de pesos para la construcción de un centro cultural. En todos los casos la provincia se hace cargo de la “ampliación de costos y mayores gastos”.
La ecuación tampoco es provechosa en cuanto al empleo, hace cinco años las empresas abandonan paulatinamente los pozos (reconocido por la Secretaría de Medio Ambiente) y rescinden contratos con las empresas de servicios invocando “dificultades financieras”. Entre operarios de planta, obreros de la construcción y maquinistas se estima en más de 800 los desocupados del sector, sólo en Las Heras.
La segunda ciudad en cantidad de producción es Pico Truncado, también damnificados por el panorama empresarial propuesto, ya que el municipio tampoco puede absorber los padrones de desocupados.
En total el petróleo emplea siete mil trabajadores, de los cuales el 30% está radicado y vive en Chubut, cumpliendo su jornada laboral en Santa Cruz y regresando a su ciudad en las semanas de descanso.
No todo lo que brilla es petróleo
• En los últimos cinco años se hicieron la mayor cantidad de paros del sector, por reclamos salariales, convenio colectivo de trabajo y despidos masivos, de los que registra el gobierno (Frente para la Victoria) en los veinte años que tienen de gestión provincial.
• 26 mil pozos hay perforados en toda la provincia, un 20% están abandonados y sin remediar (Secretaria de Medio Ambiente de Santa Cruz). Las multan rondan los diez mil pesos. Sólo hay un inspector para todo el territorio.
• Las operadoras tributan el canon de acuerdo a una declaración jurada. El gobierno apela a la “buena fe” de estas actas para recaudar.
• 12% es el porcentaje que pagan las multinacionales en concepto de regalías.
• Aportan anualmente todas las empresas 360 millones de pesos al presupuesto.
• Lejos de ser la actividad extractiva el motor productivo de la provincia, es la administración pública provincial y municipal la que contiene a los trabajadores en un 70% de toda la población.
• El sueldo promedio es de 4 mil pesos para un trabajador estatal en la provincia, en muchos casos cobran 1800 como planes sociales.
• Un alquiler ronda los 3 mil pesos para una familia tipo (padre, madre y dos hijos).
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