LAS DOS CARAS DEL IMPERIO BRITANICO EN SUDAMERICA
Capitales ingleses usaron a la oligarquía y al militarismo chilenos para apropiarse del guano y el salitre de Perú y Bolivia, en 1879. Para ello, después de cuidadosa preparación, desataron la Guerra del Pacífico, que convirtió a la “hija predilecta del Libertador” en país enclaustrado. En 1833, el Reino Unido (RU) invadió las islas Malvinas, que eran parte de la República Argentina, desde su creación en 1816, y depusieron sin el menor atisbo de legalidad a las autoridades designadas por Buenos Aires. Las dos caras del imperio británico fueron puestas de relieve en el acto de presentación del documento: “Plataforma Boliviana de Solidaridad con la Causa de las Islas Malvinas”, presentado en acto público, el 15-09-11, cuyos firmantes son el presidente de la Cámara de Diputados, Héctor Arce; el ex presidente de la República, Carlos Mesa; los ex cancilleres Armando Loayza y Gustavo Fernández; los ex ministros Mario Paz Zamora y Andrés Soliz Rada; la historiadora María Luisa Soux y el director de la carrera de Sociología de la Universidad Mayor de “San Andrés”, Eduardo Paz Rada.
El acto, que contó con la presencia de los Embajadores de Argentina, Horacio Macedo, y Uruguay, Carlos Flanagán, sirvió para anunciar que “la Plataforma” rememorará, el 2 de abril del 2011, el 30 aniversario de la Guerra de las Malvinas, a fin de rendir homenaje a los casi 400 jóvenes argentinos inmolados en la contienda, muchos de los cuales tenían progenitores bolivianos y que perdieron la vida en el Océano sin que conocieran el mar. El documento destaca que en tanto el RU ha logrado que la Unión Europea (UE) respalde la ocupación colonial de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, Latinoamérica ha tomado conciencia de la necesidad de enfrentar el avasallamiento del viejo continente, aliado a Estados Unidos, que pretende mantener, en el Siglo XXI, su presencia en el territorio antártico.
Los firmantes forman parte de prácticamente todo el espectro ideológico de la sociedad boliviana, que advierte que el asalto militar a la costa marítima boliviana y la ocupación británica a las islas argentinas han tenido en la geopolítica de Londres un padrinazgo común. Se destacó, además, que ambos hechos forman parte de la necesidad de avanzar en el fortalecimiento de la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y de la Comunidad Andina de Naciones, en momentos en que la declinación de la UE y del propio capital financiero norteamericano constituyen hechos inocultables.
Los asistentes al evento recibieron copia de la carta que, el 14 de junio de 1833, envió el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia del Mariscal Andrés de Santa Cruz, Mariano Enrique Calvo, a su homólogo argentino, Manuel José García, en la que se atribuye la invasión al fracaso del Congreso Anfictiónico de Panamá, del 22 de junio de 1826, que fuera convocado por el Libertador Simón Bolívar. La nota sostiene que “la hermandad habría dado a las naciones de América toda la respetabilidad necesaria para que las naciones europeas se abstuvieran de emprender agresiones desconocidas por el derecho internacional, para repelerlas con vigor en el caso de que se avanzase con medidas violentas”.
La sorprendente vigencia de la misiva del Ministro Calvo incluye también el siguiente párrafo: “En violación tan manifiesta del derecho de gentes hay que considerar el ultraje no sólo hecho a la República Argentina, sino también el desprecio que envuelve hacia las demás naciones americanas. En términos más claros, la conducta del Gabinete británico en las Malvinas, aunque sea perjudicial esencialmente al gobierno que se siente despojado de su posesión, es ofensivo y demasiado injurioso a todas las repúblicas americanas y, a juicio del gobierno de Bolivia, es un asunto altamente continental”.
Por: Andrés Soliz Rada
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