martes, 6 de septiembre de 2011

En Mendoza la Legislatura rechazó por unanimidad el proyecto minero San Jorge


Un hecho que sienta un precedente muy importante para otras provincias, ocurrió en Mendoza. Allí los ciudadanos demostraron estar en contra de la explotación de oro y cobre a cielo abierto en Uspallata y diputados del Radicalismo, en recorrida por la provincia, fueron convencidos por la gente, votando negativamente en el recinto la instalación del proyecto San Jorge. El proyecto resume las mismas estrategias utilizadas por las mineras en Santa Cruz, solo que en nuestra provincia, dejan aún menos beneficios.
La legislatura provincial de Mendoza rechazó por unanimidad la instalación del proyecto minero de oro y cobre a cielo abierto San Jorge, a ubicarse en el hermoso valle de Uspallata.
El resumen de lo ocurrido entre los legisladores que tomaron contacto con la gente y realizaron una compulsa entre los habitantes de Mendoza para saber de su aceptación o rechazo al proyecto minero, lo describe muy bien el diario El Sol de la capital mendocina quien indica que por 44 votos a favor y 4 ausentes, la Legislatura de Mendoza rechazó el miércoles el proyecto minero San Jorge, luego de una maratónica jornada, donde la UCR dio la negativa para llevar adelante el emprendimiento minero en Uspallata y obligó al PJ a tomar la misma decisión.
La Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que presentaba 141 planteos detectados por la Comisión Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera (CEIAM), ahora será enviada a archivo. Este rechazo implica, además, que este proyecto no podrá reflotarse y que, para tratarlo nuevamente debe presentarse uno nuevo.
Según describe el medio “todo el panorama cambió cuando, sorpresivamente, Francisco “Paco” Pérez, candidato a gobernador por el PJ, llegó a Legislatura y, tras reunirse con sus legisladores, los instruyó para que rechacen de plano el proyecto de la minera que busca extraer cobre y oro en Uspallata.
“Tomo esta decisión a partir de la escucha a los mendocinos, he recorrido la provincia a lo largo y a lo ancho y estoy al tanto del rechazo social que produce este proyecto minero”, explicó Pérez.
Al preguntársele el motivo por el cual se decidió avanzar con esta iniciativa pese a las innumerables marchas que se realizaron en repudio a San Jorge, “Paco” respondió que “antes estaba en una función técnica y hoy recorrí la provincia para escuchar y hemos entendido que la amplia mayoría de la sociedad rechaza este proyecto en particular“, sintetizó.
“Me parece de mal gusto que el radicalismo pretenda apropiarse de esta votación festejando como si estuviesen en una cancha de fútbol porque la misma gente les está cantando que ningún partido político debe apropiarse de este logro que es de la gente que se ha expresado y nosotros estamos del lado de ellos“, expresó el diputado del bloque oficialista Fabián Miranda
Por su parte el diputado radical, Luis Petri se encargó de responderle al lasherino aclarando que “el festejo se debe a que proponíamos el rechazo pero nos encontrábamos con esta barrera insalvable del oficialismo que no nos otorgaba los dos tercios para el tratamiento sobre tablas. La hemos remado, la hemos luchado por eso el festejo, el entusiasmo y la alegría por haber logrado algo que a comienzo de la mañana parecía imposible y ahora es un hecho“, finalizó diciendo.
Proyecto San Jorge
Si uno repasa lo que describe el diario digital MDZ on line, las características del proyecto minero San Jorge, ahora desactivado por los diputados, conserva el mismo perfil de baja rentabillidad para la provincia, conserva los mismos argumentos esgrimidos para su aceptación social y convalida las mismas promesas sobre las que cimientan el engaño para no ser rechazados por los lugares en que van a impactar; esto es la mano de obra local que dicen traer para la región, la movilidad de la economía indirecta y las “inversiones” que hará, cuando sabemos que éstas últimas son en realidad inversiones operativas que no tienen nada que ver con la inversión social.
Antes que el proyecto fuera rechazado en la Cámara de diputados de Mendoza, MDZ realizó una nota sobre los dejaría y lo que se llevaría la empresa minera y expresa: en un paneo general de los números presentados por Minera San Jorge, se habla de una inversión inicial de 277 millones de dólares, con el compromiso, además, de sumar 5,2 millones de la moneda estadounidense anuales durante el tiempo de “vida de la mina” (16 años).
En el hipotético caso de que este proyecto sea aprobado (cosa que finalmente no ocurrió), la empresa aseguró que, con una cotización de 1,65 dólares la libra de cobre, una vez que la mina cierre, habrán obtenidos una ganancia de 855,4 millones de dólares, de los cuales 367,8 tendrán un origen desconocido porque irán a parar a los bolsillos de los dueños del emprendimiento, y los restantes 486,6 millones quedarán en Argentina en forma de regalías para la provincia, Impuesto a la Ganancia (coparticipable) y retenciones (dinero que quedará guardado en las arcas del gobierno nacional).
A nivel fiscal, no se trata del gran negocio para la provincia. Las regalías liquidadas representan sólo el 3 por ciento y se sacan a partir de una complicada ecuación que, a grandes rasgos, es el resultado de la diferencia del precio del mineral obtenido en la mina menos los costos operativos. El porcentaje de la regalías está regulado por la legislación nacional, ya que Mendoza carece de una ley específica para este tema.
En concreto, si se divide el total de los aportes impositivos que San Jorge calcula hacer durante 16 años, la cuenta da apenas un poco más de 30 millones de dólares anuales. De ese monto, lo que corresponda a Mendoza resultará casi insignificante, si se tiene en cuenta que la provincia busca desesperadamente que alguien le preste 300 millones de pesos para salvar su rojo financiero.
Hasta aquí, todos los números son calculados a partir del precio del cobre, pero nada se menciona acerca de la extracción de oro en el lugar. Y no es un dato menor: la producción anual promedio de la mina rondará las 40 mil toneladas de cobre y las 40 mil onzas de oro
El mismo verso
Como una prueba más de lo que sostenemos en Santa Cruz, sobre la falacia del discurso minero, el diario MZA resume las características del ofrecimiento empresario y las premisas utilizadas por la minera con la complicidad del gobierno, para lograr la aceptación pública del proyecto. Sin embargo hay que hacer una salvedad, el proyecto mendocino, que fue rechazado por la Legislatura, por la baja rentabilidad que dejaría a la provincia y las condiciones irregulares del tema medioambiental, es más beneficioso que los proyectos mineros que se desarrollan en Santa Cruz, dado que aquí pagan el 1% de regalías (en Mendoza el 3%) y tienen exenciones de todo tipo, falta de control estatal y sacan el oro de la forma más irregular que se le pueda ocurrir a cualquiera, como es el caso de la millonaria carga que transportaba el pesquero chileno Polar Mist..
Dice el diario mendocino: cuando el Proyecto San Jorge surgió, el intendente de Las Heras (Mendoza), Rubén Miranda, prometió a los pobladores de Uspallata que la nueva mina de cobre daría empleo a 3.900 personas. Sin embargo, esa es una verdad a medias. En la etapa de construcción (24 meses), San Jorge tendrá dos mil empleados a los que contratará directamente, y otros mil novecientos dependerán de las empresas que la minera contrate durante ese período. Y nada asegura que esos puestos sean para gente de alta montaña, aunque, según los directivos de San Jorge, habrá una prioridad.
En estos 24 meses, y siempre según los números mostrados por San Jorge, se inyectarán 83 millones de dólares a la economía provincial.
Una vez que la mina esté operando, sólo 400 personas tendrán empleo fijo, y otras 1.500 harán trabajos de manera indirecta. Y, teóricamente, por año, en concepto de “inversión y servicios”, la empresa desembolsará 48 millones de dólares
Cualquier parecido con Santa Cruz…
A nivel ambiental, los números estremecen. La mina consumirá aproximadamente 141 litros de agua por segundo. En la presentación hecha por San Jorge, se hace un paralelismo y se indica que es la misma cantidad necesaria para abastecer a 140 hectáreas de viña a través de un sistema de riego por goteo. No está claro si el ejemplo utilizado fue para graficar si la cantidad es escasa o monstruosa. Igual, el proyecto habla de un reciclaje cercano al 75 por ciento del agua utilizada.
De cualquier forma, el agua saldrá del arroyo El Tigre. Y la mina (de 162 hectáreas) afectará directamente a la cuenca de la Ciénaga Yalguaráz. Este es un punto de discusión entre la empresa, que afirma que no hay forma de que los residuos lleguen hasta el Río Mendoza, y quienes sospechan que, a través de cuencas subterráneas, se puede alterar la calidad de la principal corriente de agua de la provincia.
La escombrera de la mina abarcará 448 hectáreas y estará compuesta, en su mayoría, por rocas con óxido de cobre, que no puede ser explotado porque la única manera de hacerlo es a través del uso de materiales altamente contaminantes como el ácido sulfúrico.
Para que el proyecto pueda funcionar será necesaria una nueva red eléctrica de 132Kv, que, si bien servirá para abastecer a Uspallata, su construcción será específicamente para la explotación minera. Por el momento, no se sabe quién se hará cargo del costo de esa obra y cómo hará la provincia para compensar el consumo eléctrico. Son algunas de las tantas incógnitas que este proyecto todavía no devela.
Población activa
¿Algo estará cambiando en la concepción que tiene la gente sobre estos procesos productivos, que finalmente se descubren como grandes saqueos a los recursos naturales de las provincias? ¿Es como dicen, que los medios de comunicación juegan un papel prepondérate a la hora de informar?. En este caso y por experiencia propia, OPI da fe de la importancia de informar la “otra cara del mensaje” de las mineras, sin ser organizaciones anti-mineras, como se trata de instalar desde los sectores empresariales. Nuestros lectores, diseminados en todo el país, las organizaciones medioambientales y hasta las anti mineras, suman un gran caudal de lectores a nuestras notas referidas a la minería.
Los mails recibidos desde el exterior y países limítrofes como Chile o Bolivia, además desde distintos puntos de nuestro país, denotan que el interés público por este fenómeno capitalista que corroe los territorios sudamericanos como una suerte de segunda colonización, ésta vez no solo en manos de europeos, sino de canadienses, estadounidenses, australianos y sudafricanos, se ha globalizado y ayudados por las redes sociales, el contramensaje se hace indetenible y la idea, al menos la nuestra, es que la minería se haga, pero como corresponde y pagando lo que se le debe pagar al dueño de la riqueza. Eso no está en la agenda de ninguna empresa minera, es obvio.
OPI pondrá on line, esta semana, detalles de uno de los elementos más contaminantes que produce la megaminería, que pasa “desapercibido” en las comunidades que impacta e intoxica irremediablemente a la población y a quienes trabajan en los yacimientos.
Este elemento, presente en todo emprendimiento minero a cielo abierto, es celosamente silenciado por las empresas y los gobiernos, porque las consecuencias que produce son visibles, inmediatas y comprobables “in situ”. A diferencia de los procesos contaminantes de acuíferos, napas o el suelo, (conflictos resueltos a mediano y largo plazo) este elemento, de enorme daño, científicamente comprobado, comienza a desgastar la salud de las comunidades al momento mismo de iniciarse una explotación minera a cielo abierto, tal como la que se planifica en el macizo del Deseado en Santa Cruz o en la meseta central de Chubut. (R. Lasagno/OPI Santa Cruz)

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