lunes, 28 de mayo de 2012

Padre Carlos Mujica
A 38 años de su asesinato


Meditación en la villa

Por Carlos Mujica, 1972

SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años tengan trece;

SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no;

SEÑOR, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no;

SEÑOR, perdóname por encender la luz y olvidándome de que ellos no pueden hacerlo;

SEÑOR, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre;

SEÑOR, perdóname por decirles "no solo de pan vive el hombre" y no luchar con todo para que rescaten su pan;

SEÑOR, quiero quererlos por ellos y no por mi. Ayúdame.

SEÑOR, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos.

SEÑOR, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame.

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