jueves, 26 de mayo de 2011

¿UN VACIAMIENTO DEL BANCO CENTRAL?





Por Lic. Héctor L. GIULIANO



La figura del vaciamiento financiero de una entidad se caracteriza por el enmascaramiento de la baja del valor de sus activos, el aumento subrepticio del peso de sus pasivos y/o la distribución de utilidades superiores a las reales.

El objeto de este breve trabajo es analizar si un proceso de este tipo se está dando hoy en día - de hecho - con respecto al Banco Central de la República Argentina (BCRA) a través de la Deuda Intra-Estado creciente del Banco con la Tesorería Nacional.


LA CALIDAD DE LOS ACTIVOS.
Actualmente el BCRA tiene en su Activo Reservas Internacionales por unos 52.000 Millones de Dólares (MD) y Títulos Públicos en cartera por 31.000 MD que, si le sumamos los Adelantos Transitorios al Gobierno Nacional - por otros 11.000 MD - nos da unos 42.000 MD puestos en papeles del Estado.

Todas las cifras están aquí expresadas con redondeo y tomadas o estimadas a mediados de Abril del corriente año (2011).

La mayoría de los Títulos Públicos que tiene el BCRA están constituidos por Letras Intransferibles emitidas por la Tesorería a cambio del préstamo de Reservas Internacionales que se usan para pagar Deuda Externa.

Estas letras suman unos 25.700 MD: 9.530 MD tienen fecha de vencimiento en el 2016 y el importe corresponde al pago efectuado al FMI a principios de Enero de 2006; mientras que el resto – 16.200 MD - son letras emitidas para integrar los denominados Fondos de Desendeudamiento Público creados en 2010 y 2011, que tienen vencimiento también a 10 años (2020 y 2021 respectivamente).

Las letras devengan un rendimiento equivalente a la colocación de las Reservas Internacionales en el exterior – rendimiento que se dice estaría actualmente entre el 0.5 y menos del 1.0 % anual – con tope Tasa LIBO menos un punto porcentual.

Como la LIBOR (Tasa Interbancaria mayorista de Londres) está hoy a 0.74 %, esto quiere decir que las Letras Intransferibles tendrían hoy una rentabilidad negativa para el BCRA.

Sin considerar aquí que – como se verá enseguida – las reservas que el BCRA presta al Tesoro en la práctica son compradas con deuda (Lebac/Nobac) por la que se paga en promedio un 13 %. Es un 13 % en moneda local que, dada la estabilidad del tipo de cambio, equivale a una misma tasa en dólares.

Pero, volviendo al tema de la cartera de títulos, lo cierto es que el BCRA tiene una importante masa de créditos a su favor contra la Tesorería Nacional que conlleva un riesgo de cobrabilidad porque la capacidad de repago de estos títulos no está demostrada en ninguna parte y se trata de obligaciones que deberá cubrir no la actual sino futuras administraciones de Gobierno.

Una reflexión análoga vale para el caso de los Adelantos Transitorios al Tesoro.

Estos instrumentos de financiación al Gobierno son actualmente del orden de los 11.000 MD. Aunque se trata, por definición, de préstamos a corto plazo (un año) el Ministerio de Economía los renueva continuamente a su vencimiento, de manera que han devenido así un monto de deuda permanente y no cancelado porque está sujeto a una constante novación de deuda.

La Carta Orgánica del BCRA – Ley 24.144 – en su Artículo 20 fija un tope o máximo para estos anticipos del equivalente al 12 % de la Base Monetaria – que hoy es de unos 170.000 M$ (algo menos de 42.000 MD) - pero a los efectos de este tope legal no se computan los anticipos dados al gobierno para el pago a Organismos Multilaterales de Crédito (7.000 MD), de modo que el parámetro no está formalmente excedido (3.700 MD, que son el 9 %). El importe completo de deuda del Gobierno con el Banco Central por este concepto, sin embargo, es muy alto.

Cabe recordar, por otra parte, que el Artículo 19 (Inciso a) de la Ley 24.144 prohíbe al BCRA conceder préstamos al Gobierno Nacional – salvo los Adelantos citados y por el tope establecido – de modo que toda la cartera de títulos acumulada en el Activo del BCRA (que ha sido autorizada por Decretos del Poder Ejecutivo y no por Leyes del Congreso) se encuentra así en transgresión con la Carta Orgánica del Banco.

Entonces, al problema cuantitativo se suma el problema normativo en la Deuda intra-Estado del Tesoro con el Banco Central. Además del aspecto técnico financiero-contable, ya que cuando el BCRA presta Reservas al Gobierno efectúa operaciones permutativas del Activo, porque baja sus disponibilidades de divisas y aumenta los créditos con el Tesoro.

Ésta es la razón central por la que puede afirmarse que la calidad de los Activos que tiene hoy el BCRA es más baja debido a la existencia de una masa creciente de Títulos Públicos en cartera.


LA DEUDA CUASI-FISCAL.

Después de la Base Monetaria (circulación monetaria más cuentas corrientes en pesos), que suma unos 170.000 Millones de Pesos (M$) - equivalentes a 41.400 MD – y a la que debiera agregarse las cuentas corrientes en moneda extranjera (por otros 9.000 MD), el pasivo más importante del BCRA es el stock de Letras y Notas que el Banco coloca para absorber o esterilizar la gran mayoría de los pesos que emite para comprar divisas que pasan a formar parte de las Reservas Internacionales.

El monto de estas Lebac y Nobac está hoy en el orden de los 100.000 M$ - equivalente a unos 25.000 MD – y su tendencia es creciente.

Estos títulos del BCRA son pasivos de corto y/o muy mediano plazo – van desde los 70 hasta los 1.000 días según los casos – y se licitan todas las semanas siendo que, a medida que van venciendo, se renuevan en su totalidad e incorporan nuevos importes de deuda.

Las Lebac pagan una tasa de interés promedio implícita del 13 % (porque se toma por diferencia de precios) mientras que las Nobac abonan tasa Badlar Bancos Privados (que es más alta que la Badlar Total). Esta Badlar está hoy en algo más del 11 % anual y el BCRA paga además un spread o sobretasa sobre la misma que va entre 0.75 y 3.0 puntos porcentuales según los plazos, es decir, una tasa de interés total que puede estar entre un 12 y un 14 % anual.

Tal es el costo financiero de la Política de Acumulación de Reservas del BCRA y de sus préstamos al Gobierno Central, dado el pago de servicios de la Deuda cuasi-fiscal constituido por letras y notas del Banco; a lo que debiera sumarse también el Lucro Cesante derivado del préstamo de reservas al Tesoro que, como vimos, se da a tasa cero o negativa para el Banco Central.

Con el agravante que la exposición financiera del BCRA va en aumento en la medida que existe un fuerte descalce entre estos pasivos de corto plazo por Lebac/Nobac (25.000 MD) y los activos por Títulos Públicos en cartera, que son de largo plazo (31.000 MD).

Esto hace, por otra parte, que el BCRA se encuentre además en una posición muy vulnerable frente al oligopolio de bancos locales tomadores de letras, que todas las semanas lo tienen en vilo por la opción de pasar por el “escritorio” a renovar los vencimientos o pasar por “ventanilla” a retirarlas en efectivo.


LAS UTILIDADES DEL BCRA.

Durante el Ejercicio 2010 el Banco Central distribuyó ganancias muy altas como producto de sus resultados del año 2009: 23.500 M$ en total.

De este importe, el Directorio decidió girar al Tesoro 19.500 M$ y capitalizar los 4.000 M$ restantes.

Para el corriente año (2011) los márgenes resultantes del 2010 no serían tan elevados porque se estiman utilidades menores del BCRA - que pueden incluso reducirse a la mitad - pero la estructura o composición de Activos y Pasivos del Banco no presentaría cambios sustanciales a los fines de análisis.

Por lo tanto, la probabilidad cierta que el BCRA siga girando altas ganancias al Tesoro se mantiene vigente y es parte relevante de los fondos de la Deuda Intra-Estado que sirven para sostener el Superávit Fiscal del Gobierno Central.

En función de las explicaciones precedentes, sin embargo, se abre un serio interrogante acerca de estos elevados niveles de ganancia que el Banco Central está girando actualmente a la Tesorería ya que aquí se presentan por lo menos tres puntos muy discutibles:

1. Gran parte de las utilidades del Banco – como ya se viene señalando desde hace tiempo - no son genuinas, estrictamente hablando, porque no derivan de su operatoria sino son producto coyuntural de diferencias positivas de cambio y de valorización de Bonos del Estado.

2. Los Títulos Públicos en cartera, que son de largo plazo, tienen un rendimiento casi nulo y conllevan un riesgo cierto de cobrabilidad, conforman una alta proporción del Activo.

3. Las Lebac/Nobac, que son pasivos de corto plazo renovados en forma continua y creciente, y que pagan tasas de interés muy caras, configuran una parte cada vez más elevada del Pasivo.

En consecuencia, la transferencia de utilidades en gran escala que el BCRA está efectuando hoy en día a la Tesorería Nacional es pasible de una grave pregunta: está el Banco distribuyendo ganancias contables que son superiores a las reales?

Y, consecuentemente: una situación de este tipo – tal como está en curso - no implica, de hecho, un peligro cierto de exposición financiera para el BCRA?

La combinación de una baja en la calidad de parte del Activo (los Títulos Públicos en cartera) con un rápido acrecentamiento de letras y notas del Pasivo, que son – como hemos dicho - obligaciones de corto plazo y pagan altos servicios de deuda, estaría mostrando que el Patrimonio Neto del BCRA efectivo o real es menor que su saldo contable.

Y estaría indicando, además, que las bases de cálculo sobre las que luego se determina la distribución de utilidades son artificialmente altas.

De esto se deriva que las ganancias del BCRA que se giran al Tesoro serían así desproporcionadamente más altas que las que debieran remitirse.

Con el detalle no menor que este giro de utilidades constituye uno de los rubros de ingresos relevantes que el Gobierno utiliza para cubrir con recursos extra-ordinarios su Déficit Fiscal.

Se trata de una parte importante dentro del capítulo clave de las transferencias y deudas intra-sector público que se está dando hoy en la Argentina como método de cobertura de las finanzas oficiales pero también como riesgo cierto de desfinanciamiento del Estado.


Lic. Héctor L. GIULIANO

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