jueves, 5 de junio de 2014

REPSOL, tranza, escolazo, y espiante
El último engaño perpetrado por REPSOL facilitado por
el gobierno, previo desaparecer de la escena argentina,
y el impacto que tendrá el convenio en nuestra economía
Javier Llorens – Mayo 2014
Fack you Brufau.jpg
Presidente de REPSOL y ex presidente de YPF Antonio Brufau Nibiu
Contenido
Resumen2
El último engaño perpetrado por REPSOL facilitado por el gobierno6
El postrer botín de REPSOL reducido por Morgan mediante un ardidoso dibujo8
El “Fuck You” de despedida de REPSOL con un costo de más de u$s 500 millones9
La venta de las acciones de YPF por parte de REPSOL a la hermana de Morgan12
La bizarra estatización de YPF con un sigiloso plus a favor de REPSOL13
La fulminante aparición y desaparición de REPSOL y el motivo del fraude del PPP15
Los otros motivos de REPSOL para su precipitada fuga del país16
El fraude en la asamblea de YPF para asegurar la impunidad de Brufau y otros19
La sideral canasta bonos entregados a REPSOL a afrontar por los argentinos20
Las tasas de interés brindadas a REPSOL son inadmisibles para nuestra economía21
El mínimo crecimiento del PBI per cápita pese el discurso épico kirchnerista21
El absurdo derrame hacia afuera de la economía argentina23
Palabra de Piketty, la renta mata el crecimiento y la igualdad25
¿CONADEP contra la corrupción, o con adeptos a la corrupción?25
Las anodinas comisiones des-investigadoras del Congreso27
La catastrófica experiencia de Molinas al frente de la Fiscalía de Investigaciones29
¿Vinagre viejo en odres viejos, o vino nuevo en odres nuevos?31
Anexo I Carta documento al presidente de YPF Miguel Galluccio33
Anexo II Colusión entre Repsol y el Gobierno Nacional - Perdidas millonarias para YPF34
I.- Antecedentes34
II.- Omisiones. Ilegalidades. 35
III.-  Los perjuicios para YPF y sus accionistas minoritarios. 36
IV.- Abuso de las mayorias en perjuicio de las minorias37

Resumen

Como cierre del acuerdo formalizado con REPSOL, el 8 de abril pasado el gobierno le entregó un paquete de bonos que a la cotización de ese día en la bolsa de Buenos Aires, valían 50.735 millones de pesos, equivalentes a u$s 6.340 millones al dólar oficial,remontando a la semana siguiente a un valor de u$s 6.698 millones idemPese a que según el convenio el máximo precio a pagar a REPSOL era de u$s 5.000 millonesno debiendo empero superar un precio de referencia de u$s 4.670 millones.
El ardid para concretar esa enorme diferencia está basado en la brecha que se registra en las cotizaciones entre Nueva York, donde según el convenio se iban a tomar los datos, con las existentes en el mercado argentino. Como consecuencia de la valorización sobre la par de los bonos argentinos en divisas, especialmente los de corto plazo, por la demanda especulativa de dólares o sucedáneos de este existente en el mercado local.
En consecuencia se podría decir que el gobierno le pagó a REPSOL con la cotización del dólar blue, ya  que si se toma el valor de este, le habría pagado un importe de u$s 5.028 millones cash, con el precio de $ 10,7 registrado ese día. El ardid consiste entonces en tomar precios de Nueva York, para venderlos luego en Buenos Aires, aprovechando la asimetría de los mercados tanto de bonos como de divisas. Y su acceso a ambos mercados de diversa manera, por parte de la gran banca internacional.
Inmediatamente tras la firma del convenio, REPSOL se sacó de encima todos los bonos argentinos, como si le quemaran en las manos, para lo que simuló una venta íntegra de ellos al JP Morgan, perteneciente a la escudería de los Rockefeller.  Dibujando un resultado exacto del precio de u$s 5.000 millones convenido, para explotar hasta la última moneda de los bonos recibidos, pese a que su cotización real superaría largamente esa cifra.
A los cuales REPSOL recibió como pago a cuenta, y estaba  obligado a devolver el excedente ante el caso de que sus ingresos por capital superaran el precio referido, conforme el convenio firmado pánfilamente y con desidia cuasi criminal por el ministro Axel Kicillof. Disposición que acorde con las ventas efectuadas por REPSOL, habría reportado a nuestro país un perjuicio de mas u$s 500 millones, al confiarle al administrador infiel de las reservas de petróleo REPSOL, la administración de un paquete de bonos por un capital de u$s 5.820 millones, y que con sus intereses trepan a u$s 10.304 millones, sin supervisión alguna por parte de Argentina.
REPSOL concretó así su última burla cruel en Argentina, ante la cual la oposición ni la prensa supuestamente “independiente” dijeron ni mu. Ni tampoco respecto el arbitraje que puede concretarse entre los precios externos e internos, de los bonos entregados a REPSOL. Como si en un futuro no hubiera que pagar un durísimo precio por ellos, a costa de todos los argentinos. Podría decirse entonces irónicamente que no se trata de una oposición política y mediática, sino de una “opasición” miope, posibilista, y pedestre, cruzada por intereses creados. Que utópicamente piensa en contra lo que decía Einstein, que se puede obtener resultados diferentes, haciendo cada vez peor lo mismo.
Simultáneamente REPSOL completó su fuga de Argentina y el riesgo argentino, vendiendo a Morgan Stanley, una prima hermana de los Morgan, las acciones remanentes que aun detentaba de YPF, a menos de u$s 27 la acción. Cuando la misma acción considerando el dólar oficial, superaba los u$s 37 en la bolsa de Buenos Aires, registrándose así nuevamente la asimetría entre mercados bursátiles y cambiarios, y entre el dólar oficial y el blue.
Esta venta de acciones puso en evidencia que lo que concretó realmente el gobierno, fue pagarle cash a REPSOL el precio actual de las acciones estatizadas. Que es similar al que tenían a principios del 2012, en vísperas de la estatización, y el doble del precio al que cayeron cuando esta se produjo. De la quita por daños, perjuicios, e impactos ambientales producidos por REPSOL, enumerados en el Informe Mosconi y que blandía Kicillof, ni noticias.
Por contrario, usando como pantalla a Pluspetrol, petrolera socia de REPSOL e YPF, YPF le habría otorgado un “bonus” adicional a REPSOL, en premio por las fechorías perpetradas en Argentina. Consistente en la transferencia de áreas de Vaca Muerta, que a la par había adquirido a la petrolera norteamericana APACHE.  Así de la supuesta quita a efectuar, el gobierno pasó a un “ponga” subrepticio, motivado por su desesperación de llegar a un acuerdo con REPSOL, para cumplir con los deberes que le imponen el establishment internacional.
Tras la liquidación total de sus activos en Argentina, REPSOL interpuso velozmente tierra de por medio, como un vulgar caco, poniendo patitas en polvorosa. Gráficamente se podría decir que manoteó una fraudulenta indemnización, la redujo, y salió rajando con su producido. Llevándose la última y menor parte del cuantiosísimo botín que obtuvo a lo largo de doce años en Argentina, conforme está expuesto en el escrito  “PRONTUARIO REPSOL - El pillaje, saqueo, y vandalismo perpetrado por REPSOL en Argentina”, .
En el cual tuvo como cómplice sustancial al kirchnerismo, al punto tal de haberle facilitado que diera su último golpe en Argentina, para fugarse a continuación con el botín a cuestas. En lunfardo, escolazo es el momento en que se produce la trampa o el despojo. Y espiante se refiere tanto al que huye y se da a la fuga, como la estafa que se consuma simulando un bulto de billetes o monedas,  poniendo las de valor auténtico solo en sus extremos.
Algo parecido a lo que el gobierno y REPSOL hicieron con los bonos entregados a este, tomando el promedio de su cotización en Nueva York, durante los 90 peores días de Argentina, cuando cayeron a un mínimo histórico, tras la devaluación de principios de año. Pese que su venta se puede concretar de diversos modos en Buenos Aires, para hacer la gran diferencia.
Máxime por parte un banco de la envergadura y experiencia del JP Morgan – CHASE. Entidad global que fue denunciada por un ex presidente de ella, el argentino Hernán Arbizu como “una asociación ilícita que se dedica a lavar dinero, evadir impuestos, generar documentación falsa, entre otra serie de delitos, para lo cual ofrecían a sus clientes las herramientas jurídicas y contables adecuadas”.
Maniobras que concretaba a través de la unidad Private Banking, con la que manejaba buena parte de los más de 150 mil millones de dólares, que según Arbizu tienen los argentinos radicados en el exterior. Por lo que bien también puede reciclar en el mercado argentino los bonos que compró a REPSOL, para hacer una notable diferencia.
Las razones de este súbito escape por parte de REPSOL de su exposición en Argentina, no solo habría estado motivada por las fechorías perpetradas aquí, tratando de poner distancia con el lugar de los hechos. Sino también por la intrépida postura de un accionista de YPF, y abogado de los ex empleados de YPF que resultaron damnificados por los fraude cometidos en torno las acciones del Programa de Propiedad Participada (PPP).
Quien en la Asamblea Anual de YPF concretada a fines de abril del corriente año,  apercibió a sus presidentes y directores de la responsabilidad personales en que incurrían a la luz de la ley de sociedades; si disimulaban las fechorías perpetradas por REPSOL en la dirección de de YPF; y desistían de las acciones contra esta y sus directores, cuya iniciación había sido aprobada en la Asamblea Anual del año pasado. Postura que motivo la apertura de un cuarto intermedio, posponiendo su tratamiento para mediados de mayo del corriente.
Posteriormente al concretarse este, por pedido del representante del gobierno se cambió ilegalmente el Orden del Día, para extender la indemnidad a favor no solo del ex presidente de YPF y presidente de REPSOL, el español Antonio Brufau, sino a favor de todos los ex integrantes argentinos del directorio de YPF, los Eskenazi incluidos. Siendo esta otra evidencia de la estrecha complicidad existente entre los Kirchners y este grupo, que protagonizo lo que se denominó la “argentinización” de YPF desde el 2008, y no fue otra cosa que la culminación de su vaciamiento.
La importancia estratégica para REPSOL del referido fraude con las acciones del PPP, que aun está dando coletazos en la Justicia, y de cuyas resultas conforme el convenio firmado con REPSOL se hizo cargo el estado bobo argentino, fue impedir que apareciera en el directorio de YPF un extraño a REPSOL, que dificultara las maniobras fraudulentas que estaba perpetrando. Comenzando por las ruinosas exportaciones de gas desde Argentina, con las que REPSOL habría solventado la adquisición de YPF, mediante dejar subrepticiamente el grueso de sus utilidades en el exterior.
Por esa razón lo primero que hizo REPSOL tras capturar YPF, fue acometer la reforma de sus estatutos para impedir que los titulares de la PPP pudieran designar directores. Y luego se encargó que no existiera una masa crítica de esos accionistas, que pudieran filtrar un director por otra vía.
Por lo que bien se puede decir que en el mes de mayo del corriente, REPSOL se salió con la suya, y con yapa. Ya que simultáneamente YPF le transfirió varias áreas de Vaca Muerta a Pluspetrol, la firma que hasta el momento de la expropiación era socia exclusiva de REPSOL en REPSOL YPF Gas. Y tras la estatización pasó a ser socia exclusiva de YPF en esa misma firma, transformada en YPF Gas. Consolidándose así un romantico “ménage à trois” u “hogar de tres”, afianzado porque Pluspetrol es además socia tanto de YPF como de REPSOL, en la explotación de distintas áreas petroleras en el país y en el exterior.
Por su parte Argentina se cargó la pesada mochila de una canasta de bonos, por el que deberá pagar más del doble del precio de u$s 5.000 millones convenido con REPSOL, con un costo financiero total superior al 100 %. Lo cual representa una tasa de interés efectiva promedio del orden del 10 % anual, en un plazo medio inferior a los 10 años. O sea más de cuatro veces la tasa del Tesoro de EEUU para ese mismo plazo.
Y acá parece el meollo del problema que enfrenta Argentina, al superar esa renta del capital más de cinco veces la tasa promedio de crecimiento per cápita que registró nuestro país a lo largo de 20 años, entre 1993 y 2013. Del orden del 2 % anual, tomando las poco fiables cifras del INDEC. Y estarían por debajo de ella, si se considera el PBI informado por el Congreso.
Ante la cual nuestros políticos promocionados por la prensa “independiente”, repiten estúpidamente que la salida es brindar confianza para que venga la inversión extranjera. Sin anoticiarse que entre 1993 y el 2013, ella fue superada por la fuga de capitales, cuyo monto trepó según cifras del INDEC a u$s 161 mil millones. Y que además el país pago otro tanto al exterior en conceptos de renta del capital (intereses y dividendos) por lo que esa inversión extranjera resultó ser más bien un lastre que un salvavidas.
Y por si eso no fuera suficiente, REPSOL nos acaba de brindar un ejemplo epónimo del desastre que puede causar una inversión extranjera. Con la pérdida del autoabastecimiento energético, y de nuestra ventaja comparativa de contar con una energía barata, que quedó como saldo de esa inversión.
Al respecto un libro de reciente aparición y amplia divulgación, cuyo autor es el francés Thomas Piketty, afirma que el crecimiento de la desigualdad es inherente al capitalismo, porque la tasa de retorno o rendimiento del capital, es superior a la tasa de crecimiento económico. Que se puede decir entonces cuando la tasa de rendimiento financiero es cuatro o cinco veces la del crecimiento del PBI, y en una cuantía del orden del 6 % anual del mismo, se fue al exterior, impidiendo así a su vez el crecimiento. Condenando al atraso y la exclusión a amplias franjas de la población, en forma cada vez más agravada. 
Por todas estas razones, cuando hoy se habla de una CONADEP contra la corrupción, para escrutar los últimos veinte años económicos de Argentina, en primer lugar debería figurar como caso líder, la privatización de YPF. Y en especial, el interregno de su control por parte de REPSOL. Pero difícilmente podrá andar una CONADEP contra la corrupción, si ella está apoyada por adeptos a la corrupción.
En tal sentido resulta patética la postura de Elisa Carrió, que enarbola la bandera contra ella y proclama  la necesidad de declararimprescriptibles los delitos de corrupción. Y al mismo tiempo aparece abrazada con Oscar Aguad, que acababa de ser sobreseído por prescripción en una grave causa de corrupción contra él. Ante la cual la única defensa que esgrimió fue buscar la prescripción.
O que asegura que se puede anular la cosa juzgada írrita, y al mismo tiempo para concretar una trasnochada Unión Democrática antiperonista, impulsa una alianza con Mauricio Macri, quién fue librado de una causa por evasión y contrabando junto con su padre, mediante una doble cosa juzgada írrita. Una fue la cosa juzgada írrita en un hecho menor, que se hizo extensiva a toda la actividad contrabandística que habría desplegado el grupo Macri.  Y la otra fue la cosa juzgada írrita decretada por la mayoría menemista de la Corte Suprema, cuyo prestigio no difería mucho del que hoy detenta el juez Oyarbide.
La grave instancia que enfrenta Argentina, no solo requiere honestidad, sino sobre todo lucidez y coherencia,  que además de lahumildad, parecen ser las tres grandes ausentes en el penoso escenario político argentino. En donde todos los políticos parecen haber tomado la burundanga de la droga electoral, y solo están desvelados por las alquimias de sus futuras candidaturas, sin ver la dura realidad y sus condicionamientos, que como un tsunami se vienen sobre Argentina. Que hoy se encuentra atrapada en:
La carencia de divisas. Un tipo de cambio bajo, que condiciona todos los otros precios de la economía. La usura institucionalizada en su sistema financiero, que exhibe ganancias obscenas como fruto de ella. La rifa de sus recursos naturales agotables, de lo que queda en el país poco para hoy, y nada para mañana. La ausencia de empleos dignos, que alcanza a la mitad de su fuerza laboral que trabaja en negro o como cuentapropista, porque ni siquiera consigue un empleo en negro.
Y el empleo en la política como la forma más fácil de hacer fortuna, donde los representantes y mandatarios del pueblo, ganan más dediez veces el ingreso promedio  de sus electores, y más de veinte veces el haber jubilatorio mínimo. Sin tener en cuenta sus ingresos por izquierda, que van desde la compraventa de pasajes, hasta el cohecho y el peculado que parecen cada vez más generalizados. Han pasado a vivir así en una burbuja a lo Puerto Madero, que nada tiene que ver con la realidad que enfrenta el argentino medio, y menos de quienes gastan su vida en las villas miserias.
Todo lo cual ha aparejado una enorme desigualdad y exclusión social que alcanza a un tercio de la población; y la consecuenteinseguridad ciudadana que asola a todos los argentinos. Convirtiendo a los Derechos Humanos en solo un lucrativo negocio para una mínima minoría de argentinos anclados en el pasado; y en la exaltación de una mínima minoría de argentinos con orientación sexual no convencional.
Se trata de un cúmulo de problemas acumulados a lo largo de 30 años de una democracia renga, que solo se podrán resolver con nuevas ideas, que vayan más allá de repetir el gastado sonsonete de la necesidad de atraer la inversión extranjera. Llevadas adelante con audacia, e intrepidez por parte de aquellos que no se hayan corrompido ni moral ni intelectualmente.
Si es que todavía queda un resto de ellos en la elite argentina, con capacidad para encantar a un pueblo distraído por los mass media, y hundido en la aculturación, el clientelismo, la anomia, el escepticismo, y la confusión. Que han quedado como herencia de las sucesivas imposturas que padeció el pueblo argentino tras la negra noche de la dictadura militar, que pasó así de la tragedia militar, a una farsa democrática que pudo durar demasiado tiempo, al no tener a nadie que amenace sacarla de la escena. Ya es tiempo de que los falsarios sean desplazados de ella, y sobrevenga una democracia más auténtica, antes que los males que padecemos los argentinos se tornen irreversibles.

El último engaño perpetrado por REPSOL facilitado por el gobierno

Si uno se toma el trabajo de valorizar los bonos efectivamente entregados a REPSOL conforme su cotización en la bolsa de Buenos Aires, ellos representaban al momento de cerrarse el acuerdo el 8 de abril pasado, $ 50.735 millones. Que al tipo de cambio oficial de entonces montaban u$s 6.348 millones. Una cifra un 27 % superior al supuesto precio de u$s 5.000 millones pactados en el acuerdo con REPSOL.
Los que a su vez, en solo una semana, al 16 de mayo habían trepado a $ 53.947 millones, o sea u$s 6.698 millones, con un incremento del 6 % en esta moneda. Este enorme diferencial entre la cotización interna y externa de los títulos, es consecuencia directa del corralito cambiario. Lo que se pone de manifiesto si uno convierte el monto en pesos con la cotización  del dólar blue, al bajar su importe a u$s 5.028 millones.

Valuación bonos entregados a REPSOL en la Bolsa de Buenos Aires
Títulos
Monto millones
Código Bolsa BA
Cotización 8/5/14
Monto millones
Bonar X
500
AA17
8,99
4.495
Discount 33
1250
DICY
11,7
14.625
Bonar 24
3250
AY24
8,8
28.600
Boden 2015
317
R015
9,5
3.015
Monto en pesos
50.735
Cotización u$s
8,054
Monto en dólares
6.348

Pero también es consecuencia de que para la determinación del precio de los bonos, no se tomó su cotización al momento del cierre del convenio, sino el promedio de los  tres meses previos. Donde la cotización de los bonos argentinos como consecuencia de la incertidumbre introducida por la devaluación, cayeron a un precio mínimo, registrando altos rendimientos en términos históricos, a la par que el dólar blue superaba los 13 pesos.
Circunstancia que REPSOL explotó a fondo, al consignar esos precios y rendimientos como parte del convenio. Como diciendo de esto que me viene de perillas, no te vas a escapar. Exageración que se ve reflejada, al haberse fijado en el convenio un “Valor de referencia” para el cálculo de la cantidad de bonos a entregar de u$s 4.670 millones. O sea un 6,6 % de margen inferior respecto al precio supuestamente convenido de u$s 5.000 millones, que no obstante como se verá, fue superado ampliamente en la práctica.
El corralito cambiario alcanza a las divisas y al común de los mortales, pero no a los bonos expresados en divisas.  Siendo por contrario estos un instrumento para obtener y fugar dólares, mediante comprarlos con pesos y venderlos en el exterior a cambio de dólares. Operación que se conoce en la jerga de la city como “contado con liquidación”, que da base a la cotización del dólar blue. Lo que a su vez permite un circuito inverso, que incluso ha sido propuesto por popes de la economía para atraer capitales, mediante comprar en el exterior bonos argentinos nominados en dólares, para liquidarlos en pesos en el desfasado mercado local, al nivel del dólar blue.
El corralito tampoco alcanza a la gran banca transnacional, que puede soslayarlo de múltiples formas, mediante su actividad financiera y la intima vinculación que tiene con las empresas transnacionales, que son a su vez las que acceden al mercado de cambios oficial para el pago de mercaderías, servicios, y pago de intereses y dividendos al exterior. Pudiendo así concretar una clásica bicicleta cambiara, que en este caso sería la de liquidar bonos nominados en dólares en el mercado local con la paridad del dólar blue, para luego con esos pesos comprar dólares en el mercado oficial.
En consecuencia dada la brecha existente entre ambos mercados  de divisas, que llega a un 40 %, nadie puede afirmar a ciencia cierta cuanto embolsó o embolsará REPSOL. Pero como se verá seguidamente, seguramente supera los u$s 5.000 millones pactados con el generoso gobierno argentino.
Esta notable diferencia de cotización entre el mercado interno y externo, mas los descalificantes antecedentes de REPSOL tras su paso por Argentina como administrador infiel, además de los mínimos requerimientos de prolijidad y transparencia que requiere la cosa pública, debería haber determinado a los negociadores argentinos, a como mínimo ofertar la entrega de un paquete de bonos como  pago total y definitivo de YPF. Más allá de sus balandronadas de no pagarle un solo peso a REPSOL por ella.
Y no entregarlos absurdamente a cuenta de pago de YPF, para que REPSOL los negocie a voluntad y sin supervisión alguna por parte de Argentina, con la estúpida previsión de que debía devolver un utópico excedente. Pese sus antecedentes de administrador infiel de YPF, enumerados en los fundamentos de la ley de estatización y el “Informe Mosconi”. Previsión a la que como se verá seguidamente, REPSOL se encargó de aventar de un plumazo a pocos días de cerrado el convenio con él.

El postrer botín de REPSOL reducido por Morgan mediante un ardidoso dibujo

El 8 de mayo, al día siguiente de recibir el paquete de bonos de manos del gobierno, REPSOL comunicó que había vendido íntegramente los bonos Bonar 2024, por un monto nominal de u$s 3.250 millones. El comprador a un precio de u$s 2.813 millonesfue JP Morgan Securities PLC, perteneciente a la escudería Rockefeller. La homonimia del comprador con el despiadado corsario Henry Morgan no es casual, ya que el fundador de esa casa, John Pierpont, navegando en su lujoso yate “El corsario”, solía concretar las secretas amalgamas empresarias con que monopolizaba extensos sectores de la economía norteamericana.
No obstante si se toma la cotización esperada de ese bono en el mercado local para la misma fecha, y del dólar oficial, el precio de esos bonos trepaban a $ 28.600 millones, o u$s 3.574 millones. O sea un monto superior al valor nominal de los bonos, y un 27 % superior al supuestamente pagado por JP Morgan a REPSOL.
La operación arroja una ruinosa tasa efectiva de interés (TIR) de nada menos del orden del 12% anual, que resulta igual a la que pagaba Argentina antes del famoso megacanje del 2001 de Domingo Cavallo, en vísperas del default. En momentos en que la tasa de los bonos del Tesoro al mismo plazo (10 años) es actualmente del 2,62 % anual, o sea casi cinco veces menor.
Esta tasa efectiva de interés a pagar por Argentina, es el resultado de una quita del capital nominal de los bonos del orden del 14 % (como si un banquero le dijera al cliente, vos firmas por 100 pero solamente te doy 87) más los intereses nominales a pagar del 8,75 % anual, calculados obviamente sobre los 100. Lo que significa para Argentina un recargo financiero de u$s 2.569 millones de dólares, o costo financiero total de un 91% más sobre el importe neto percibido por REPSOL.
Lo cual equivale a más de un año de la AUH (Asignación Universal por Hijo) con la que se mal atiende a casi cuatro millones de niños argentinos carenciados. Con alto riesgo de convertirse en  lo que se denomina inadaptados sociales, y su consecuente altísimo impacto en la sociedad, por la enorme masa humana implicada en la cuestión. Que ha derivado que en Argentina exista una larvada guerra civil de baja intensidad, que sufrimos a diario los argentinos, haciéndonos recordar por momentos la violenta década de los `70.
Para tener una idea de lo que esa tasa del 12 % anual significa, equivale a pagar a su vencimiento, si los intereses se capitalizaran y no se pagaran por el término de 10 años, una cifra 3,2 veces superior, o sea un importe de u$s 9.023 millones, equivalente a casi cinco años de la AUÑ. O sea que con ese costo financiero a lo largo de una década, se podría solventar la AUÑ durante la mitad de ella.
Trascartón el 13 de mayo REPSOL anunció que había liquidado casi todos los restantes bonos recibidos (500 millones de Bonar X, 1.250 millones de Discount 33 a valor nominal, que corresponden a u$s 1.752 millones con sus intereses capitalizados, y 200 millones Boden 15) excepto un remanente mínimo de Boden 15 de u$s 117 millones, por un total de capital $2.453 millones.
Se los vendió también a JP Morgan Securities PLC, obteniendo a cambio u$s 2.069 millones. Pese a que el valor de los bonos en la bolsa de Buenos Aires a esa misma fecha trepaba a $ 20.946 millones, equivalentes a u$s 2.592 millones al cambio oficial de ese día. O sea un 25 % más que el precio pagado por JP Morgan a REPSOL, y un 6 % más sobre el capital real de los bonos.
Por contrario la operación entre REPSOL y JP Morgan representa una quita del 16 % sobre el capital de los bonos, y una tasa efectiva de interés del orden del 10 % anual. Por lo que  Argentina deberá pagar un adicional de u$s 2.722 millones, o sea un costo financiero del 132 % más. El costo financiero mayor y la tasa menor es el resultado de la combinación de bonos de corto plazo, que tienen alta cotización sobre la par en el mercado, por la demanda especulativa de dólares (Bonar X y Boden 15) con los bonos Discount a largo plazo con vencimiento en el 2033.

El “Fuck You” de despedida de REPSOL con un costo de más de u$s 500 millones

No obstante la operación pactada entre JP Morgan y REPSOL revela ser solo un miserable dibujo, y una postrer y cruel burla, tanto a las autoridades argentinas como a todos los argentinos. Como un ostensible y despreciativo “Fuck You” de despedida de REPSOL.
Que nadie expectable de Argentina, ni los políticos ni los agudos periodistas especializados de los medios de comunicación de diverso signo parecen haber percibido. Dado que si a los monto pagados por JP Morgan a REPSOL, se le agrega el remanente de Bonar 2015 en manos de esta, de u$s 117 millones da exactamente la suma de u$s 5.000 millones (4.883 + 117). O sea exactamente al precio supuestamente pactado con REPSOL.
Este resultado exacto revela a todas luces que ha sido amañado entre REPSOL y JP Morgan. Ya que se trata de una operación que abarca la cotización de cuatro bonos, con un precio promedio de cada uno tomado durante 90 días, o sea mediante 360 cotizaciones, aplicados sobre un precio de referencia de u$s 4.670 millones. Que sin embargo al momento del cierre, arroja exactamente un valor chanta igual al precio supuestamente convenido de cinco mil millones ¡Bingo para JP Morgan y REPSOL!
Una simple compulsa de la cotización de los bonos en cuestión en la bolsa de Frankfurt, la más importante de Europa, revela que en la segunda venta de bonos efectuada por REPSOL, podría haber obtenido u$s 78 millones más, o sea un plus del orden del 4 %, como se puede observar en el cuadro adjunto.
Y a su vez la cotización de estos bonos y su TIR (Tasa Interna de Retorno) del 11,2 % para el Discount y del 10,4 % para el Bonar X, conforme el procedimiento fijado en el convenio con REPSOL, permite inferir que la primera compraventa entre REPSOL y JP Morgan, correspondiente al Bonar 24 que aun no cotizaba en el mercado, podría haberse mejorado en el orden de 5 puntos. Al reducirse su quita al 8,7 %, en vez del 13,4 % concretado. En momentos en que en el mercado interno se estimaba que por contrario cotizaría un 10 % sobre la par, habiendo llegado a fines de mayo a estar hasta un 20 % sobre la par.

Precios bonos entregados a REPSOL según bolsa de Frankfurt
Bono
Monto
Interés
Código ISIN
Fecha
Precio c/100
TIR
Monto u$s
REPSOL
Diferencia
Bonar 24*
3.250
8,75%
ARARGE03H413
8/5/14
91,30
10,8%
2.967
   2.814
           154
Bonar X
500
7,00%
ARARGE03F441
12/5/14
91,66
10,4%
458


Discount 33
1.250
8,28%
US040114GL81
12/5/14
119,5
11,2%
1.494


Boden 2015
200
7,00%
ARARGE03F144
12/5/14
97,42
9,2%
195
   2.069
              78
Boden 2015
117
7,00%
ARARGE03F145
22/5/14
97,43
9,20%
114
       114

Total






5.228
   4.997
           231
Precio
5.000

Excedente capital a favor de Argentina
228

Carga intereses Discount 33
126%
289

Excedente total a favor de Argentina



517


*Calculado según términos del convenio

Esa menor quita representaba una disminución en su TIR de casi un punto (de 11,8 % a 10,8 %). Indicador que es la radiografía de la renta o interés efectivo obtenido en una inversión, y que en este caso revela la estafa incurrida por REPSOL en connivencia con Morgan. Dado que el Bonar 2024 se negoció con una TIR del 11,8 %, no obstante que según la bolsa de Frankfurt, el Discount 33 deparaba una TIR de solo el 11,2 %. Previendo al respecto el convenio firmado con REPSOL, que el Bonar 24 que carece de cotización en el mercado internacional, se entregaría con una TIR interpolada entre la del Discount 33 (11,2 %) y Bonar X (10,4 %).
La TIR menor del Bonar 24 respecto el Discount 33, se debe a que el primero se cancelará dentro de 10 años, con una vida promedio de 7,5 años, y el segundo se cancelará recién dentro de 19 años, con una vida promedio de 14,8 años. Con el agregado de que el Bonar 2024 paga intereses de cu
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