viernes, 5 de julio de 2013

Trabajo esclavo en la Ciudad

Trabajo esclavo en la Ciudad de Buenos Aires: Una moda que crece en la Ciudad 

 En los últimos meses fueron denunciadas las principales marcas de ropa por trata, trabajo infantil y reducción a la servidumbre. La producción textil en talleres clandestinos es un negocio próspero y glamoroso en Buenos Aires. Bajo la protección del gobierno porteño y la complicidad de funcionarios nacionales.

A doscientos años de abolida la esclavitud por la Asamblea del Año XIII, ésta práctica sigue vigente en nuestro país bajo un sistema feudal a través del trabajo en el campo, la minería, la construcción, la industria textil y el comercio sexual. En la Ciudad de Buenos Aires miles de personas (incluidos niños) son sometidos a trato inhumano en talleres con jornadas laborales extenuantes, pagos miserables, hacinamiento y sin salidas al exterior ya que en la mayoría de los casos los empleados viven con sus familias en los mismos lugares donde son explotados.

Talleres de reconocidas marcas como Lacoste, Kosiuko Scombro, 47 Street, Vitamina, Soho, Ona Saez han sido denunciados ante juzgados federales por las condiciones laborales. A través de la tercerización de servicios, contratan inmigrantes e indocumentados que bajo coacción son reducidos a servidumbre.

Pese a la legislación vigente y a la protección en materia de pactos y convenios internacionales se está lejos de la erradicación de esta práctica. En el mundo es conocida la expansión de marcas como Adidas y Nike que fabrican sus productos en talleres de países periféricos donde la legislación laboral es más flexible y las condiciones de los trabajadores son miserables. Este año en la Ciudad de Buenos Aires hay más de cincuenta denuncias contra las principales firmas, impulsadas principalmente por la Fundación La Alameda, junto con la Asociación de Costureros, y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.

Miembr
os de la Alameda en diálogo con El Caminante señalan: “Lo importante ahora es que los jueces avancen sobre los titulares de las marcas, si no lo hacen les vamos a generar un fuerte repudio, ya sea en la puerta de sus casas, como en el juzgado donde trabajan”

Las denuncias

Falabella: Tratabella para los amigos

Se trata de un holding chileno instalado en varios países del cono sur. Se comprobó que posee al menos 2 talleres clandestinos en el barrio de Villa del Parque donde sus empleados “cama adentro” trabajan hacinados en galpones sin ventanas, bajo jornadas de 10 a 15 horas con un sueldo de $2500, de los cuales 1000 son retenidos en concepto de comida y vivienda. El fiscal Federico Delgado imputó al titular de Falabella, Juan Mingo Salazar quién podría convertirse en el primer dueño de una marca condenado por trabajo esclavo.

Kosiuko: Una mancha más al vice

Por medio de una cámara oculta realizada por La Alameda y una presentación con pruebas de la Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Pierini, se logró llevar a la justicia a Federico Bonomi dueño de Kosiuko. bajo la imputación de trata de inmigrantes provenientes de Bolivia y reducción a la servidumbre dentro de sus fábricas textiles en el Barrio de Flores . La denuncia salpica al vicepresidente Amado Bodou quién realiza múltiples viajes en el jet privado del dueño de la empresa.

Cara & Cruz: Una textil tan seria como el fallo de la pelea Maravilla-Murray

La marca de Jeans que promocionó al boxeador Sergio Martinez, se encuentra bajo un proceso judicial por tercerizar la confección de sus prendas en una inmensa planta textil ubicada en el barrio de Floresta, que viola todas las normas de la Organización internacional del trabajo (OIT) incluyendo trabajo infantil. donde sus empleados con jornadas laborales que llegaban a las 14 horas percibían un sueldo mensual de apena 900 pesos.

Zara: De la periferia al glamour

Una marca de ropa internacional, de capital español, se beneficiaba del mismo taller ilegal que Cara y Cruz. Por lo cuál recibió todo el repudio de distintas ONG que organizaron escraches en la puerta de sus locales de la calle Florida y Lavalle en el microcentro porteño.

Pitágoras: Manteniendo viva una tradición de la realeza

También el vestido con el que se coronó Máxima Zorreguieta junto con otros 17 pedidos que hizo la nueva reina de Holanda, fueron producidos por inmigrantes explotados en el talleres clandestinos ubicados principalmente en Avellaneda que confeccionan prendas para Jorge Ibañez y Benito Fernández y que están denunciados en una causa judicial por servidumbre, trabajo infantil y evasión impositiva.

Cheeky: Macri y Juliana Awada, Haciendo Buenos Negocios

La empresa de ropa infantil perteneciente a la esposa del Jefe de gobierno porteño fue denunciada en el 2012 por reducción a servidumbre de 13 personas, un fallo del entonces juez - y ahora Ministro- Guillermo Montenegro sobreseyó a la firma, que luego hizo público un comunicado donde informaba que suspendía la relación comercial con el taller explotador.



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