viernes, 10 de abril de 2015

LA COMUNIDAD ORGANIZADA

El 30 de marzo de 1949 se iniciaba un debate en Mendoza organizado por la Universidad Nacional de Cuyo, del Primer Congreso Internacional de Filosofía.
El 20 de abril de 1948 el presidente Perón, el Ministro de Justicia, Belisario Gache Pirán y de Educación, Oscar Ivanissevich firmaban el decreto que declaraba de carácter nacional lo organizado por la Universidad de Cuyo.
El Dr. Irineo Fernandez Cruz, que era su rector, recibió a las delegaciones del país y del exterior.
Un 9 de abril de 1949 Perón cerraba el Congreso con una memorable exposición donde remarcaba la Tercera Posición ideológica y planteaba la Comunidad Organizada.
Allí Perón marcaba que la línea ideológica se sustentaba en el pensamiento de los griegos, en el orden de los romanos y en la fe de los cristianos.
Aparecía el peronismo como superador del post modernismo.
Ese mismo año se iba a consagrar la Constitución Nacional reformada que fue la primera en el mundo en establecer los derechos humanos.
Derecho al trabajo, derecho de la mujer, de la ancianidad, de los niños, por destacar lo más trascendente, pero también se establecía no solo derechos, sino también obligaciones. Había que producir, al menos, lo que cada uno consumía. No existían ni los “ni” ni los planes. No había cajas PAN ni manzaneras preocupadas por darle de comer a sus hijos.
Era la reafirmación jurídica de la realidad peronista. Vivíamos la Patria Justa, Libre y Soberana.
También en abril de 1957 el perseguido peronismo difundió como pudo un documento. En homenaje a estas fechas y a este día, publicamos textual el documento de la Resistencia:

DECLARACIÓN DEL MOVIMIENTO PERONISTA - Abril de 1957
El gobierno de Facto que usurpa el poder en la Argentina, se apresta a cambiar la Constitución de la República, mediante una farsa electoral. Anuncia que convocará a elecciones para una Asamblea Constituyente, pero omite decir que en esos comicios quedará excluida, por decisión tiránica de su voluntad, la fuerza política en que mili tan las tres cuartas partes del Pueblo Argentino. Pretende así, consumar el fraude más vergonzoso de toda la historia política del país.  
Por boca de dirigentes como los señores Balbín y Zavala Ortiz, algunos partidos minoritarios han anunciado que secundarán incondicionalmente la maniobra. Dirigentes de otros partidos, también minoritarios -como el del señor Solano Lima, han declarado en cambio que reclamarán se decrete la abstención de sus agrupaciones, -por la insanable nulidad ,de una reforma de la Constitución efectuada bajo las restricciones antidemocráticas que la dictadura militar pretende imponer a la soberanía popular; Portavoces de otras agrupaciones políticas, igualmente minoritarias aunque de mayor volumen que las anteriores, como los señores Frondizi y Rodríguez Araya, han sostenido la ilicitud de la injerencia de los gobiernos de facto en la existencia y desenvolvimiento de los partidos políticos y su absoluta carencia de facultades para derogar la Constitución o introducir, válidamente, reformas. Han afirmado en forma expresa, que es de la esencia del sistema democrático de gobierno que toda reforma se opere bajo la égida de gobiernos de jure y con los procedimientos, normas y prescripciones señalados por la propia Carta Magna. “Si las agrupaciones minoritarias referidas, a pesar de tan enfáticas manifestaciones, se prestaran, cómplicemente, al crimen de fraude político y Alta Traición que se proyecta, sus propias palabras les juzgarán ante el Pueblo, ante la historia y ante la posteridad. Será la conducta que asuman y no las fáciles declamaciones que profieran, lo que testimoniarán por ellas ante el presente y el porvenir. Los días venideros continuarán mostrando a la conciencia de los pueblos libres y trabajadores de la Patria, de América y del mundo, cuál es la sinceridad de las convicciones democráticas de los partidos que dicen profesarlas.
Entre tanto, el Movimiento Peronista, que agrupa cuando menos el setenta por ciento de la ciudadanía argentina, como lo demostró en comicios ejemplares, reconocidos por simpatizantes, neutrales y adversarios, permanece declarado “fuera de la ley” por el Régimen, como único y desesperado expediente para amordazar y torcer la libre voluntad de la Nación. Sobre esa base deleznable, que muestra vívidamente la entraña “democrática” de la Tiranía y sus paniaguados, se pretende efectuar la parodia eleccionaria, instaurar la Asamblea Constituyente y cambiar la Constitución Nacional. “Ya no se trata de los atropellos salvajemente perpetrados contra la libertad, la vida, los derechos y el honor de los cientos de miles de argentinos. No se trata ya de una medida persecutoria más, en la inicua lista de crímenes de lesa humanidad cometidos por la Tiranía. Atentados que han ido desde el genocidio basta el robo a mano amada, la prisión cobarde y vejaminosa de mujeres, que no conoció jamás la historia del país, la prisión y las torturas, los juzgamientos por comisiones especiales, la confiscación de bienes, el ostracismo, el asalto al derecho internacional, la difamación, los fusilamientos de prisioneros, la desorganización social y económica de los trabajadores, la abolición de sus conquistas, el desmantelamiento de la industria nacional, la
recolonización del país, etc. Medidas que han colocado a nuestro país ante la conciencia unánime de los pueblos de América, en el nivel y en el “status” de una cafrería.
Se trata ahora de consumar un inicuo atentado contrala Carta Magna, para borrar de su texto los “Derechos del Trabajador* y las cláusulas que nacionalizaron los servicios, el subsuelo y el petróleo, para retomar a la explotación de los obreros y servir a la potencia colonialista cuyos intereses atiende, obsecuentemente, la Tiranía. “Para lograr este obscuro designio recurre al método típico de las oligarquías fraudulentas: la farsa electoral. Mucho más absurda y vergonzosa que las tradicionales, desde que las antiguas oligarquías que padeció la República, si bien recurrieron a la trampa de burlar la voluntad popular, nunca llegaron a la ignominia de poner “fuera de ley” a los partidos rivales, ni pretendieron el escarnio de sustituir por tal vía la Constitución de la Nación.
El movimiento Peronista hogar cívico de más de doce millones de argentinos, ahora más glorioso en la persecución, el exilio y el martirio que ayer en el Gobierno que ocupó por decisión de la voluntad popular, denuncia a la faz de la República y de América, esta maniobra incalificable.
Declara solemnemente que el Pueblo Argentino no reconocerá validez alguna a la pretendida reforma constitucional. El papel que salga de esa Asamblea bastarda y fraudulenta, no será jamás la Constitución de los argentinos. La Constitución Nacional de la República es y seguirá siendo la que sancionada en 1853 obtuvo posteriores reformas legítimas hasta culminar en la histórica Reforma de 1949, sancionada y reformada, en cada una de sus etapas, conforme a las exigencias de la propia Carta Magna y jurada, libremente, por los pueblos.
Al hacer esta solemne impugnación, el Movimiento Peronista declara que, ya sea en la contienda franca de la vida civil o en la lucha clandestina a que le obliga la Tiranía, librará, indeclinablemente, las batallas que fuesen necesarias hasta obtener la restauración constitucional.
Continuará bregando por la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación que ha jurado su decisión irrevocable de ser socialmente justa, económica- mente libre y políticamente soberana”.

En 1994 se reformó la Constitución Nacional y un escandaloso silencio envolvió a los representantes del peronismo que aceptaron mencionar constituciones anteriores y pactos preexistentes e ignoraron olímpicamente la Constitución de 1949.
Presidía la Convención Eduardo Menem y participó como convencional, entre otros, Cristina Elizabet Fernández de Kirchner.
La cosa era simple: había que ignorarla porque el artículo 40 de la Constitución de 1949 decía que todas las riquezas del subsuelo pertenecen al Estado Nacional.
Para entregar nuestro patrimonio a yanquis, ingleses, rusos y chinos como ocurre hoy, el camino fue preparado por el silencio complice de los que se decían peronistas.
9 de abril. La Comunidad Organizada de 1949 destrozada por la barbarie, el cipayismo y la entrega de propios y extraños, muchos cantando la “marchita”.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario