DIALÉCTICA DEL
ENDEUDAMIENTO K.
Por Héctor GIULIANO (20.6.2015).
En la Argentina se ha
instalado una equívoca idea de “fin de ciclo” cuando en realidad no estamos
asistiendo a un cambio sino, por el contrario, a un proceso preparatorio de continuidad
en las políticas de Gobierno que se están llevando a cabo en materia de Deuda
Pública.
En este campo la administración
Kirchner no ha realizado una verdadera ruptura con el Sistema de Endeudamiento
Perpetuo vigente sino sólo una etapa más o eslabón funcional para su mantenimiento.
Los datos de la Deuda
Pública están atrasados un año: la última información oficial al 30.6.2014 computaba
como Deuda del Estado Central unos 210.000 MD (Millones de Dólares con redondeo):
199.000 MD de Deuda Performing o regularizada vía refinanciaciones y 12.000 MD
de Deuda en manos de los Holdouts (los bonistas que no entraron en el Megacanje
Kirchner-Lavagna 2005-2010).
Este total es
incompleto ya que el gobierno no computa como deuda en firme los cupones PBI
(10-15.000 MD), no toma en cuenta las sumas adicionales a pagar por los juicios
de los Fondos Buitre (otros 10-15.000 MD) ni por los reclamos contra la
Argentina en el CIADI (8-10.000 MD) y no contempla las nuevas deudas contraídas
desde entonces hasta hoy (que sumarían otros 10.000 MD).
Esto da que la Deuda
Pública total estaría en la actualidad entre los 240-250.000 MD; sin contar
intereses.
Al momento de asumir
el poder en 2003 el Kirchnerismo heredó un stock de Deuda de aproximadamente
175.000 MD, cifra que en lo básico se mantuvo después del Megacanje 2005
(150.000 MD) ya que la quita fue compensada completamente con cupones PBI y que
quedaron afuera del arreglo unos 20.000 MD de bonos en manos de los Holdouts.
La Presidenta ha
dicho que la Argentina pagó durante la década 2003-1013 un total de 190.000 MD
por servicios de Deuda Pública pero el stock de la Deuda no bajó sino que, por
el contrario, aumentó a un ritmo de 10.000 MD promedio por ejercicio.
En este último año de
su gestión el Presupuesto 2015 prevé un aumento de 18.000 MD por nuevas deudas -
además de la refinanciación de todos los vencimientos de Capital – con lo que
no sólo aumenta el saldo del Principal sino también el gasto anual por
Intereses.
Las nuevas deudas que
se están contrayendo son ahora, en su casi totalidad, refinanciaciones a corto
y/o muy mediano plazo, pagan intereses altísimos en dólares (del orden del 9 %
anual) y en pesos (del 27-30 %), y empeoran por consiguiente el perfil de
vencimientos de la Deuda Total.
La “herencia” de
Deuda que la administración Kirchner le está dejando al nuevo gobierno combina
las peores variables de manejo financiero:
a)
Fuerte
aumento del stock de una deuda pública para la que no se cuenta con Solvencia
ni Liquidez: Insolvencia por falta de capacidad de repago demostrada e
Iliquidez por falta de divisas para atender las obligaciones.
b)
Peso
muerto de una enorme Deuda intra-Estado igualmente impagable - el 58 % de la
Deuda Performing (115.000 sobre 200.000 MD) – cuyo resultado ha sido la descapitalización
del Banco Central, el desfinanciamiento de la ANSES, el uso del Banco Nación
como ente de financiación del gobierno y el desvío de fondos de toda una serie
de Organismos Nacionales de sus destinos específicos para poder atender los
pagos de la Deuda con Terceros.
c)
Agregado
de nuevos compromisos de corto plazo, con agravamiento del perfil de
vencimientos y a tasas de interés elevadísimas y de régimen variable (en un
momento en que se prevé la próxima suba de tasas internacionales en función de
los aumentos esperados de la Reserva Federal de los Estados Unidos).
d)
Aumento
del pago de intereses, por mayores Tasas y por mayores volúmenes de Deuda.
e)
Concentración
del grueso de los pagos al Club de París, de los que este gobierno abonó 1.300
sobre 9.700 MD reconocidos en total.
f)
Retrasos
en el desembolso de servicios a los bonistas que entraron en el Megacanje
2005-2010, cuyos pagos están bloqueados por el juez Griesa, pero que acumulan
imprevisibles consecuencias financieras y legales, con merma de las reservas
internacionales del BCRA.
Esta combinación financiera
explosiva lleva a la Argentina al dilema de blanqueo de un nuevo default o –
para diferirlo, como siempre – a una nueva reestructuración generalizada de
Deuda, que es justamente lo que el gobierno CFK quiere eludir para no reconocer
el fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna, traspasándole la responsabilidad de
hacerlo a la nueva administración electa.
En síntesis, no es
cierto que la Argentina se esté des-endeudando: la Deuda Pública sube
fuertemente por Capital y por Intereses, el gobierno está al límite de la Deuda intra-Estado (el pasaje
de Deuda Externa con Terceros a Deuda Interna con organismos del propio Sector
Público) y sus esfuerzos para aguantar esta situación hasta el fin de su
mandato están puestos hoy en preparar las condiciones no para evitar sino para
volver a endeudarse en el Mercado Internacional de Capitales.
Archivo: GIULIANO
ARTICULO 2015 06 09 DIALECTICA DEUDA K – LA VOZ.
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