miércoles, 2 de julio de 2014


La argentina zombi (II)
La burla por parte de la justicia y el periodismo con el juicio secreto oral y público de Cavallo por el megacanje
Javier Llorens

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Argentina padece en estos días una notable burla por parte de la justicia argentina y el periodismo argentino. A la par que el grupo CLARIN, La Nación, y PERFIL escrachan a Boudou (que bien merecido lo tiene) por que trató de afanarse unos millones con Ciccone Calcográfica, se dio comienzo en forma secretael juicio penal oral y público contra el ex ministro Domingo Cavallo por el megacanje, sin que el periodismo procurara darle una mínima cobertura a este caso.
Como revelamos con Mario Cafiero en el libro editado en el 2002 “La Argentina robada – El corralito, los bancos, y el vaciamiento del sistema financiero argentino”,  el megacanje fue parte de una feroz maniobrade mucho mayor alcance. Que tuvo por objeto salvar a la gran banca norteamericana tenedora de bonos argentinos, del default que avizoraban. Y que se precipitó apenas rematada esa maniobra, ya que ella lo que hizo fue acelerarlo, con la extracción del país de u$s 30 mil millones, hundiéndolo en la catástrofe del año 2001. La mayor crisis de nuestra historia, junto con la de 1890, en la que se dieron situaciones con un enorme parecido.
Ante ello el caso Boudou, consistente en apropiarse de una empresa contratista del estado para hacer pingues negocios con este, es solo una “boududes”. Que por otro lado lamentablemente, se trata de una maniobra repetida por parte de quienes nos gobiernan. Como es el caso del gobernador cordobés José Manuel De la Sota, que se apoderó de la constructora de caminos BRITOS HNOS, una de las principales contratista del estado cordobés. Para la que además creo en su beneficio un impuesto sobre las naftas para atender a sus pagos, con los que De la Sota financia su campaña con vistas a arribar a la presidencia. La que es dirigida por el supuesto dueño de BRITOS y alter ego de De la Sota, Horació Miró.
En los medios informados de Córdoba se sabe que Britos Hnos es Miró, y Miró es De la Sota, de la misma manera que en Santa Cruz se sabe que Austral es Baez, y Baez es Kirchner. No obstante los mismos medios que aparentemente indignados escrachan a Baez y Boudou, son los que brindan buena prensa a este émulo de ambos.
Al respecto el Papa Francisco dijo que los corruptos no tienen amigos, sino cómplices, pero no obstante recientemente Marcela Herrera de Noble, la heredera del grupo CLARIN, que parece cultivar una alianza estratégica con el corrupto gobernador De la Sota, apareció en Córdoba dándole un expreso aval a este “competidor” de Boudou. Tal como se puede apreciar en la fotografía adjunta publicada por dicho diario.

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Pese a que De la Sota hasta le tiraron un muerto el año pasado detrás de la casa de gobierno, vinculado con esos negociados, en el mismo día en que sugestivamente, era asesinada la empleada doméstica de una estrecha colaboradora de Miró y De la Sota. Y esta mención viene a cuento, porque seguidamente se verá la vasta legión de “cómplices” y no de amigos, que se va trenzando junto con la corrupción.

Blindaje, Megacanje, corralito bancario, y la catástrofe del 2001

Con el Blindaje firmado a fines del 2000, Argentina se comprometió a aportar u$s 20.000 millones de su ahorro interno, para hacer frente a las obligaciones de su deuda. Que no eran otros que las reservas de los bancos, propiedad de sus ahorristas. Y con el Megacanje, que aumento la deuda en u$s 55 mil millones, se introdujeron en los bancos argentinos los bonos que detentaba la gran banca norteamericana, a cambio de llevarse sus reservas. Perpetrando así un formidable empapelamiento de estas, que derivó en la obligada instalación del corralito bancario a fines del 2001.
Los autores del Blindaje fueron José Luis Machinea, Mario Vinces, y Miguel Bein, un gran opinador sobre la deuda, que hoy asesora a Scioli. Y del Megacanje y su zaga, Domingo Cavallo, Daniel Marx, y Horacio Liendo, estando sentado ahora el primero, trece años después del hecho, en el banquillo de los acusados en un juicio oral y público. Que por la “ignorancia deliberada” de la prensa, carece de publicidad y difusión.
Por su parte Marx y Liendo, y otros notables personajes financieros, que también hoy opinan sobre la cuestión de la deuda, como Federico Sturzzeneger, lograron zafar de esa causa criminal por prescripción o cosa juzgada. Las dos salidas clásicas que tienen los estudios de abogados alto bordo de la city porteña, para lograr la impunidad de los delincuentes de cuello blanco.
Ese criminal empapelamiento de los bancos, que derivo en la paralización total de  la economía y en el corralito bancario, fue concretado por Cavallo mediante hacer volar a Pedro Pou de la presidencia del BCRA. Quién se opuso a que se manotearan las “reservas prudenciales” (RML - Requisitos Mínimos de Liquidez) de los bancos, que eran una creación suya para poder enfrentar los riesgos de la convertibilidad. Fue reemplazado por Roque Maccarone, un legendario tiburón de la patria financiera al servicio del Banco Rio y Pérez Companc, para lo que fue necesario brindarle una dispensa especial, por carecer de título profesional.
Y fue “legalizado” con la reforma de la Carta Orgánica del BCRA, que concretó poco después Cavallo,  para lo cual había requerido plenos poderes, antes de reasumir como súper ministro de Economía a principios del 2001. A los que obtuvo, gracias a la enorme presión personal ejercida por una delegación de súper banqueros norteamericanos, encabezada por el legendario David Rockefeller, que visitaron simultáneamente Buenos Aires. Que estaba integrada también por su tocayo, David Mulford, recientemente sobreseído por prescripción en la causa del megacanje.
Sus anfitriones fueron los hermanos Rohm del Banco General de Negocios, que luego fueron encarcelados por el escandaloso vaciamiento que hicieron de ese banco. Y Eduardo Amadeo, el único argentino integrante de Americas Society, y director de “The American Society of the River Plate” (“organización de argentinos amigos del quehacer de los Estados Unidos”) que hoy es el consiglieri personal del candidato Sergio Massa.
Seguidamente, a la par que se instalaba el corralito bancario a fines del 2001, los bancos convirtieron esos títulos con que habían sustituidos las reservas, en Préstamos Garantizados por impuestos, para gambetear el default que se venía encima. A los que denominaron así y contabilizaron como “Préstamos”, para simular que la caída de las reservas de los bancos se había producido por una fuga de depósitos.
Tal como sostenía públicamente ABA, la asociación de bancos, que era presidida por Mario Vicens, quién de secretario de Hacienda con el Blindaje, pasó a ocupar ese estratégico puesto financiero. Pese que simultáneamente los bancos habían concretado un formidable recupero de préstamos, con el que paralizaron el funcionamiento de la economía, por lo que las reservas deberían haber quedado incólumes.
El megacanje de Cavallo tuvo también la virtud de hacer caer el seguro de liquidez por u$s 7.000 millones, al que estaban obligados con el BCRA, el JP Morgan – Chase y otros grandes bancos norteamericanos. Al esterilizar los títulos que el BCRA debía utilizar como garantía de ese seguro. Por lo que se puede decir que Cavallo, Marx, y Liendo, realizaron una exitosa  carambola a múltiple bandas, para sacarle de encima a la gran banca norteamericana, los activos y obligaciones sumamente riesgosas que tenían con Argentina.
Cavallo, Marx, Liendo, y  los bancos remataron así una gigantesca maniobra de vaciamiento bancario y fuga de capitales, que violando sus estatutos, fue financiada por el FMI con el aporte de u$s 9.000 millones. Y para garantizar que la fuga se encaminara donde correspondía, apareció el director del FMI Mario Blejer, como vicepresidente del BCRA. Quien tuvo que renunciar a medidos del 2002, después de que las auditorías públicas y privadas rechazaran de plano el balance del BCRA del año 2001, por la gravísimas discontinuidades que existían en sus cuentas. No obstante hoy gracias a los grandes medios, Blejer es un gran opinador sobre la economía y la deuda, además de asesorar a Scioli.
 De esa manera ese año se fugaron del país casi u$s 30.000 millones, provenientes de ese préstamo y las reservas de los bancos. Y como colofón de esa fuga de divisas, que paralizó la economía de Argentina, a fines de ese año el presidente De la Rua se fugó en un helicóptero de la Casa Rosada, tras presentar su renuncia. Dejando atrás una estela de más de veinte argentinos muertos, un caos social e institucional, una economía totalmente parada, y un monto de deuda pública de u$s 144.000 millones.
Como consecuencia de esa monumental y enormemente dañina maniobra de vaciamiento, el fiscal federal Amirante pidió el procesamiento penal de una multitud de banqueros, además de Cavallo, y Blejer. E incluso de Alfonso Prat Gay, por encubrimiento de la maniobra como sucesor de Blejer en la presidencia del BCRA. Quién casualmente en el 2001 había sido propuesto por Cavallo para desempeñar el lugar de Blejer, pero fue rechazado por la comisión de ética pública, por tener intereses en conflicto al ser un alto ejecutivo del JP Morgan. Prat Gay llevó como asesor al BCRA,  a Martín Lousteau, siendo hoy ambos integrantes de UNEN, y grandes opinadores sobre la cuestión de la deuda.
Por esas razones, desconociendo  los detalles de la trama, pero si las presiones en torno de la deuda, el Congreso aplaudió a rabiar la declaración de default que anunció el presidente Adolfo Rodríguez Saa, en su brevísimo interregno a fines del 2001. Que por otro lado era la única salida, pero que hoy los grandes medios se encargan de ridiculizar, como si hubiesen existido otras alternativas.
Pero el default no fue tanto, porque con el liderazgo de De la Sota, la junta de gobernadores provinciales obligó a Rodríguez Saa a renunciar, sustituyéndolo por el presidente Eduardo Duhalde. Quien como secretario General de la Presidencia designó a Eduardo Amadeo, el anfitrión de Rockefeller y Cia.  Y así seguidamente Duhalde dispuso que los Préstamos Garantizados que tenían los bancos en su poder, se siguieran pagando religiosamente. A la par que se pagó cash al JP Morgan – Chase los contados u$s 1.000 millones que había puesto para el seguro de liquidez con el BCRA, que en realidad lo obligaba por un total de u$s 7.000 millones.
Esa feroz maniobra de vaciamiento del país, fue coronada con la derogación de la ley de subversión económica que atrapaba plenamente a los banqueros. Lo que era exigido por estos y el FMI, con la promesa caza bobos de que a cambio de esa “seguridad jurídica”, iba a venir un salvataje de u$s 20.000 millones, para sacar al país adelante, que por supuesto nunca llegó. La derogación se concretó gracias a las febriles gestiones desplegadas por el secretario de la Presidencia Amadeo, según el mismo las narra en un libro. Quién por ello fue premiado con el cargo de embajador en EEUU.
De esa manera se cerraron todas las causas e investigaciones dirigidas contra los banqueros que habían defraudado a los ahorristas. A la par de que caían sucesivos sobreseimientos a favor de los intervinientes en el megacanje, quedando a lo postre encartado solo Cavallo.  Y por su parte la causa judicial impulsada por el fiscal Amirante, se perdió en el olvido, como corresponde en la justicia argentina, ayudada por la “ignorancia deliberada” de la  gran prensa.
Y ahora el juicio oral y público contra Cavallo no solo es secreto, sino que no tiene querellante, por defección del Estado Nacional, después de que la justicia apartó a los particulares damnificados -que somos todos- y diputados que lo impulsaron, como Mario Cafiero.  Y además Cavallo, como si  se tratara de un convite entre caballeros londinenses para tomar el té, y no de un juicio criminal oral y público, ha sido exceptuado de estar presente, porque dijo que tenía compromisos en el exterior.
A la par la gran prensa, en lugar de referirse a las vicisitudes que soporta el acusado Cavallo ante la Cámara del Crimen, ilustran a sus audiencias con los consejos que da Cavallo al pueblo argentino y al gobierno. Quien antes de irse al exterior, dijo que es imperioso “terminar con los conflictos con los holdsout que han mantenido a Argentina aislada de los mercados de capitales por 13 años. Es muy importante que la Presidenta salga del error en el que ha caído al echar la culpa de lo que está aconteciendo al blindaje del 2000 y al megacanje del 2001”.
Opino que por contrario, “fueron formas inteligentes de evitar el default y preparar el terreno para una reestructuración de la deuda pública que podría haber sido completa y exitosa”. Y por su parte, como si fuera un pájaro bobo, el ex presidente Fernando De la Rua defendió el megacanje diciendo que, “no fue malo… en esos momentos era necesario patear para adelante vencimientos que el país no estaba en condiciones de pagar”. Como si ello fuera posible con el agregado de u$s 55.000 millones más.
Como conclusión se podría decir en consecuencia, que el maltrato que da la justicia argentina y la prensa argentina a los ajusticiados, es inversamente proporcional a lo que robaron y dilapidaron, o el daño social que perpetraron.
La descobertura actual del caso de Cavallo y el megacanje por parte del periodismo es notable, rematando así la invisibilización que hicieron de ese caso a lo largo de los años. Los buscadores de sus portales web, son la contundente prueba de lo que en términos de faltas o delitos, se conoce como “ignorancia deliberada”, y que en periodismo se denomina tendenciosidad.  Esta tendenciosidad se puede apreciar claramente, si se relacionan entre si las notas referidas al caso Cavallo y al caso Boudou, publicadas en la última semana de junio.

Coberturas casos Cavallo Bodou última semana junio 2014

Cavallo
Bodou
Cobertura caso Cavallo respecto caso Boudou
CLARIN
1
69
69
PERFIL
1
51
51
LA NACION
2
79
40
PAGINA 12
2
13
7

Como se puede ver en el cuadro adjunto, el índice de tendenciosidad lo encabeza CLARIN,  con una proporción 69 veces superior de cobertura del caso Boudou respecto el caso Cavallo. Lo sigue PERFIL, con una cobertura 51 veces idem. Con la particularidad que tanto este diario como CLARIN, han llegado  a dedicar  hasta un cuarto de su sección principal a la cobertura del caso Boudou, saturando así al receptor. Lo que en término de comunicación para construir el acontecimiento puede tornarse contraproducente. A la par que la cobertura de caso Cavallo era reducida a proporciones minúsculas.
Le sigue LA NACION con una proporción de cobertura 40 veces mayor del caso Boudou respecto el caso Cavallo. Mientras que Pagina 12, por razones inversas, solo fue de 7 veces. Al respecto La Biblia dice en uno de sus Proverbios, “el mensajero infiel solo acarrea desgracias, y el mensajero fiel trae la salud”. Lamentablemente lo primero es lo que ocurre en Argentina, y las desgracias están a la vista.-
Francisco Javier Llorens
Junio 2014



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