LA NUEVA DEUDA
SECRETA DEL BANCO CENTRAL
Por Héctor GIULIANO
(13.4.2016)
Con fecha 29.1 el Banco
Central (BCRA) informó a través de un breve comunicado de prensa – número
50.696 - la toma de un préstamo externo de gran importancia pero del que se
consignaron mínimos datos:
a)
Que se trata de una operación de pase pasivo
por 5.000 MD (Millones de Dólares) a un año de plazo (exactamente, a 11 meses)
con siete grandes bancos internacionales, que no se mencionan en el comunicado
pero se sabe son: JP Morgan, HSBC, Deutsche, Citi, Santander, UBS y BBVA.
b)
Que esta operación se realizó contra garantía
de títulos públicos Bonar 2022, 25 y 27 en cartera del BCRA para reforzar reservas internacionales.
c)
Que con esto se cubre el BCRA frente a un
contexto incierto de los mercados internacionales.
Los términos de esta
operación se mantienen en secreto: el BCRA no ha dado detalles de la misma – lo
poco que se sabe es a través de escuetas versiones periodísticas – no es
posible acceder al o a los contratos firmados al efecto y tampoco puede
conocerse la Resolución 44/2016 del BCRA, que autoriza la operación, porque las
resoluciones del Directorio son secretas.
El préstamo de los 5.000 MD
(equivalente a unos 70.000 M$ - Millones de Pesos - al tipo de cambio 13.90
$/US$) habría sido concertado bajo la modalidad Repo, es decir, venta de
títulos con pacto de recompra a plazo, a una tasa de interés que se dice habría
sido del 7.3 % en dólares (Libor + 6.15 puntos) y el BCRA habría dado como
garantía Bonar por más del doble del valor nominal del préstamo recibido
(10-12.000 MD), siendo que estos títulos tienen una tasa de interés entre
7.75-7.875 % anual en dólares.
De hecho, si la tasa de la
operación concertada fuese efectivamente del 7.3 % ello implica un pago
promedio de intereses de un millón de dólares por día, independientemente de la
futura devolución o no del capital o principal de la deuda.
Como no existe demostración
alguna de la capacidad de repago del BCRA para poder cumplir con esta
obligación, lo más probable es que la misma se cancele a su vencimiento con
nueva deuda – como ocurre con absolutamente toda la deuda pública por capital
que tiene la Argentina – o bien que los bancos acreedores se queden con los
bonos.
Siendo que estos bonos son
producto de canjear Letras intransferibles que el Tesoro entregó al BCRA – que
no pagaban intereses – por los nuevos títulos Bonar, que pasaron a pagar
altísimas tasas de interés en dólares y que son los que el Banco dio como
garantía de la operación de pase a la banca acreedora.
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