Desde la perspectiva histórica, está profusamente documentada la presencia
del cristianismo como fundamento de la conformación social y política de la América española a lo
largo de todo su devenir. Es bien conocida la profunda devoción religiosa que
animó a los Padres de la Patria
–José Artigas, Santiago de Liniers, José de san Martín, Manuel Belgrano, Martín
Miguel de Güemes, Manuel Dorrego, Guillermo Brown, Juan Manuel de Rosas,
Facundo Quiroga, los constituyentes de Tucumán, etc.- y a los pueblos del
Interior en sus luchas por forjar una Argentina independiente.
Fiel a esta tradición histórica, el peronismo significó la expresión más
concreta y lograda de esa unidad de la fe religiosa con la vida política, al
ser configurado por su fundador como una “nueva filosofía de la vida, simple,
práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista”.
En la perspectiva de la
Iglesia Católica , desde el papado de León XIII en adelante
hasta nuestros días ha sido sistemática la ratificación efectuada por todos los
pontífices, en su magisterio, de la proyección de la doctrina cristiana en la
esfera pública, como sustento de la vida política de las comunidades humanas.
Basta recordar las célebres palabras del papa Pío XII al decir que la acción
política es la forma más excelsa de practicar la caridad, o las más
actuales de Francisco, al decir que la política es una “altísima vocación,
una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien
común” (Evangelii Gaudium n. 205).
La criminal conducta del ex secretario de Obras Públicas de la Nación , el “señor” José
Francisco López, al pretender esconder en un monasterio una millonaria cantidad
de dinero del cual no podía justificar su posesión, no sólo constituyó un
bochornoso (¿y pornográfico?) espectáculo que casi convirtió a una casa
religiosa en un tugurio o un aguantadero. Significó también un acto de
prostitución de la política, al convertir a ésta en muestra evidente e
innegable de una actividad criminal al más alto nivel, la apropiación de fondos
públicos nacionales en un “sistema recaudatorio de acumulación” (Jorge Asís dixit).
Con esta acción criminal prostituyente, el señor López ha confirmado que el
“proyecto político” por él invocado ha sido en esencia un progresismo trucho,
una forma sutil de antiperonismo o la antiperonización del peronismo. Confirma
que el auto-proclamado “mejor gobierno de la historia argentina” ha prostituido
las banderas más nobles de la historia nacional y ha dejado en el más absoluto
ridículo a toda una franja del pueblo argentino que creyó realmente que estaba
en presencia de un liderazgo “revolucionario” nac&pop, que en realidad sólo
es un fenómeno delictivo (nuevamente Jorge Asís dixit), una versión siglo
XXI de la política liberal-oligarca de apropiación, apoderamiento y uso del
Estado para enriquecimiento de un minúsculo grupo de incultos, soberbios y
vulgares patrones de estancia.
Pero como dice la sabiduría popular, no hay mal que por bien no venga.
Frente a un gobierno de vocación liberal que ha encarado un ajuste
económico, que si bien era necesario hace recaer todo el esfuerzo y el peso de
la carga en quienes son los eslabones más débiles de la comunidad (al mismo
tiempo que posibilita el enriquecimiento de los más ricos, muchos de ellos
funcionarios de gobierno, y reforzando el crónico endeudamiento externo
esclavizante), y frente al derrumbe de un seudo-peronismo saqueador del
Estado, se abre un amplio camino de posibilidad de reconstrucción nacional,
en la que todos los argentinos de bien nos unamos firmemente y luchemos por la
salvación de nuestra querida Argentina, gravemente comprometida en su destino
por la depredación y el saqueo a la que la ha sometido ininterrumpidamente el
imperialismo internacional del dinero desde el año 1976 hasta ahora, mediante
un electoralismo que sólo ha promovido administradores de nuestra decadencia y
de la entrega de nuestros recursos, salvo alguna que otra excepción.
José Arturo Quarracino Juan Carlos Vacarezza
Sub-coordinador
general Coordinador General
MOVIMIENTO “PRIMERO LA PATRIA ”
[Publicado en
Política del Sur, 21 de junio de 2016, Año 10 No. 498]